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03 enero, 2016

Gustavo Hernández: "Es más que obvio que no saben perder"




Opinión
Por Gustavo Hernández Salazar
Dirigente nacional Alternativa 1


En democracia se gana y se pierde y, por tanto, los actores políticos tienen que  aprender a aceptar sus derrotas; esa regla de oro de cualquier sistema democrático no parece ser admitida por la alta dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela.


En esta materia los líderes del Psuv tienen un historial bastante negativo, dicen aceptar las derrotas pero no acatan lo que resulta de éstas. Los ejemplos sobran. Al perder el referéndum con el cual se pretendía modificar profundamente la Constitución Nacional, aceptaron la derrota pero igual no acataron la decisión del pueblo, porque sancionaron leyes cuyo contenido era idéntico a la reforma derrotada. Al perder la Alcaldía Mayor de Caracas igualmente aceptaron la derrota pero despojaron a ese ente de todo tipo de competencias y lo transformaron en un cascarón vacío. Ocurrió igual cuando perdieron la Alcaldía de Valencia despojaron a la capital Carabobeña, al principio hasta de su teatro municipal, después rectificaron pero le quitaron a nuestra ciudad, el Parque Recreacional Sur y constituyeron una autoridad paralela en la zona sur de Valencia.

Es más que obvio que no saben perder. Pero si a esto le agregamos la maniobra totalmente antidemocrática para logar mayoría calificada en el periodo que está por concluir de la Asamblea Nacional, que despojó a diputados de sus curules vía TSJ y la expropiación de  partidos políticos como PPT, Podemos, Bandera Roja y muchos otros, para colocarlos al servicio del régimen; hay que concluir que la pretensión de modificar los resultados electorales del 6 de diciembre, nuevamente por la vía de una decisión del TSJ, es un paso más en el proceso de degradación de la calidad de la democracia venezolana.

Nadie en su sano juicio puede pensar que un organismo totalmente copado por partidarios del Gobierno nacional pueda actuar en favor de la oposición, ni siquiera los militantes de PSUV lo creen. Resulta risible oír al Presidente de la República señalar que hubo compra de votos de la oposición, esto pudo haber ocurrido en algunos casos, pero los líderes del PSUV no tienen autoridad moral para plantear este asunto porque han sido ellos los abanderados en este tipo de prácticas que desprestigian nuestro sistema político. Es público y notorio el reparto de taxis, computadores, teléfonos móviles, de línea blanca y marrón  por parte de candidatos del PSUV y con dinero provenientes de las arcas públicas.

La apuesta del PSUV para torcer la voluntad del pueblo venezolano es sumamente peligrosa, atenta contra los fundamentos mismos de la democracia y desacredita "al mejor sistema electoral del mundo". La aprobación de una barbaridad como esta por parte del TSJ incrementará el aislamiento internacional del país y consolidará  la soledad de la cúpula del PSUV en el ámbito interno. Los dirigentes del Gobierno deberían reflexionar muy bien lo que hacen porque esta maniobra afecta también a una parte importante del “chavismo” que voto contra el PSUV. Deberían oír al país. Un poco de humildad les vendría bien.