Ya quedan pocos días para
que la elección de la Asamblea Nacional se lleve a cabo y resulta por lo
menos suspicaz no conseguir el despliegue acostumbrado de la mermada
fuerza del madurismo en las calles del país.
Esta situación en gran parte se debe a
la pérdida de apoyo popular que el oficialismo viene viviendo, producto
de la traición que le hicieron a la población más desposeída, que hoy
junto al resto del país sufren las penurias de una crisis que nunca
debió existir, que solo persiste por la incapacidad y corrupción de la
seudorevolución.(...)
Pero no es la única razón que explica el
abandono de la calle por parte del madurismo en una contienda electoral
tan importante para el país. Es muy probable que la apuesta del
oficialismo sea evitar que el ambiente electoral tome cuerpo y con una
votación cautiva, dura y muchos vehículos del Gobierno, generar una
movilización que permita lograr un triunfo a pesar del repudio que bien
ganado tienen en la actualidad.
Creer que los rojos están dormidos
podría ser un error de los millones de venezolanos que desean cambio,
plantearse la poca movilización en campaña actual como una debilidad y
caer en la desmovilización creyendo que se tiene el triunfo asegurado
sería caer en la estrategia del madurismo para mantener el control del
Parlamento.
El esfuerzo en transmitir que nada
cambiará, porque el proceso electoral es un mero trámite donde el
Gobierno tiene el control total, junto a la sensación de que la
oposición tiene el mandado hecho, son acciones que buscan que por
distintos motivos la gente no vaya a ejercer su derecho.
Unos por la pérdida de la esperanza de
que el cambio puede lograrse y otros porque sienten que ya el triunfo
está concretado y no hace falta su voto, estos serían elementos que
concatenados con otras acciones reducirían la votación de la unidad
democrática y que abriría el espacio a que la movilización dura del PSUV
logre colarse por los palos.
Los venezolanos hartos del mal gobierno,
la miseria y la humillación a la que han sido sometidos no pueden pisar
ese peine y deben tener conciencia que la cura para estas estratagemas
es el voto masivo. Nadie consciente del momento tan difícil del país
puede dejar de ejercer el sufragio, independientemente del mensaje que
el oficialismo o sus canales de comunicación alternos intenten hacernos
creer.
Jorge Millán – @jorgemillant