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05 agosto, 2015

CARACAS A DIETA


Caracas ya tiene 450 años con profundas contradicciones en materia de planificación urbana y en particular sobre movilidad y transporte, materia que actualmente conduce desde el gobierno central el Ministerio de Infraestructura. Este ente se ha dado a la tarea de intervenir las principales vías expresas o autopistas y algunas arteriales o avenidas con la buena intención de intentar mejorar el tráfico que, sin duda alguna, afecta la calidad de los usuarios tanto del vehículo particular como del transporte público superficial. 
Franco Micucci
Lamentablemente lo que las autoridades de este ministerio parecen no haber entendido es que la gran prioridad es concretar la vialidad de la circunvalación sur con el objeto de garantizar que el flujo regional y nacional, sobretodo de carga, no atraviese las arterias internas de la ciudad capital. (...)A pesar de ello se insiste en una serie de obras mal planteadas y peor ejecutadas que a través de puentes de guerra, elevados innecesarios, o ensanchando vías expresas no se resuelve un problema que tiene una única solución: más y mejor transporte público en toda la ciudad. Mientras se insista en políticas que promueven más vías y más estacionamientos tendremos cada vez más autos en Caracas que progresivamente demandaran más y más inversiones en vialidad que sólo garantizarán un aumento sustancial de los viajes y del número de unidades que conforman el parque automotor.
La estrategia de intentar actualizar nuestras vías expresas no tiene sentido por cuanto estas fueron diseñadas hace más de 50 años y se pensaron para otro tipo de vehículos en cuánto a capacidad, velocidad, radios de giro y altura. Es por ello que intentar transformar todas estas infraestructuras implica prácticamente su reconstrucción total, lo cual, no solo es más costoso e ineficiente sino que resulta inútil para resolver el problema planteado.
La tendencia universal en esta materia es desarrollar canales exclusivos de transporte público superficial que se integren al sistema expreso y a los corredores peatonales de la ciudad. En ese sentido, en el caso de la Autopista Valle-Coche, en donde se talaron un número importante de árboles y se está desviando el curso de un río, lo que se debería planificar es un sistema de transporte público superficial que integrado al Paseo de Los Próceres permita recorrer desde la UCV hasta La Rinconada con el objeto de mejorar el enlace con el sistema ferroviario hacia los Valles del Tuy.
La obesidad de este cuerpo urbano llamado Caracas no se resuelve dilatando sus vías arteriales como las autopista y avenidas, para poder absorber más alimentos dañinos como sus autos, sino poniéndose a régimen de dieta con el objeto de encontrar formas de vida más saludables. No tiene sentido que una ciclovía o un paseo peatonal recién intervenidos, hoy se estén demoliendo para construir otro viaducto que solo garantizará espacio para unos cuantos autos más.