Luis
Fuenmayor Toro
Reapareció
el monje. El hombre que junto con Chávez hizo desaparecer, cual ilusionista, la
bicoca de 116 mil millones de dólares del FONDEN, acaba de dictar una clase
magistral diciendo que “somos casi el hazmerreír de América Latina” en materia
política y económica. Como si fuera un exitoso catedrático, un gran conocedor
de la economía y las finanzas públicas, dictaminó que había que asumir la
crisis y que si el termómetro marcaba 40 °C, el problema no era el termómetro
sino, imagino, la fiebre. Luego dispuso que no se importara más comida y se indujera
la producción nacional, sin decir cómo hacerlo luego que su idea de socialismo
destruyó el aparato productivo y su política cambiaria impulsó las
importaciones y la especulación financiera.(...)
Pero se
atrevió a decir más: no “se metan con lo que está funcionando”, es decir no
hagan las cosas que él hizo cuando fue ministro estrella con vara alta en el
gobierno; “parecemos el Rey Midas pero al revés”, o sea que lo que toca el
Gobierno no se transforma en oro sino en m… Vamos a decir las cosas sin
eufemismos y sin creer que todo este desastre es producto nada más de la labor
del presidente Maduro, quien de los 16 años de gobierno sólo ha cubierto los
dos últimos como Presidente. ¡Por favor camarada Giordani! Usted, ante el
desastre producto entre otros de su administración, votó tierrita y se fue muy
molesto porque lo habían maltratado. Denunció la estafa de CADIVI, pero nada
dijo del FONDEN, que se manejó hasta 2012 nada más con su firma y la de Chávez
más dinero que el resto del Gobierno. Y al respecto, todos callan; es un
silencio cómplice que involucra a la oposición más conservadora.
“Pon a
funcionar PDVSA, el SENIAT, el BCV, el comercio exterior, el sistema
financiero, la electricidad, las empresas de Guayan, las telecomunicaciones,
los servicios públicos, que la gente tenga medicinas y alimentación”, ordenó Giordani
en su clase a Maduro. Lo absurdo y tragicómico es que el deterioro del
funcionamiento de todas estas instituciones y servicios comenzó cuando Giordani
era uno de los máximos jefes. Ahora reconoce que nada funciona pero quiere
deslastrarse de su inmensa responsabilidad, quizás contando con nuestra mala
memoria. Dijo: “Ahora creamos vicepresidencias a granel, ministerios y
viceministerios”. ¿Ahora? Pregunto yo. Si esa práctica la inició y la
estabilizó el propio “Faro que iluminaba el destino de la humanidad”. Tiene
años, muchos años. Simplemente se la ha continuado en forma irresponsable.
No nos
olvidamos de su “socialismo rentista”, ni de su “socialismo petrolero”. Tampoco
de “la necesidad de mantener la miseria y la ignorancia para poder seguir
gobernando” y rechazamos su idea de medidas duras,
draconianas, como hicimos con las de CAP en 1989. Que fácil resulta poner al
pueblo a sufrir por los pecados gubernamentales, entre ellos los del propio
Giordani.