ÁNGEL GÓMEZ FUENTES abc_cultura / CORRESPONSAL EN ROMA
En Nueva York la policía secuestra un sarcófago, listo para ser expedido a un japonés que había pagado 3 millones de dólares
La Bella Adormendada |
Tesoros del arte italiano, que la mafia
posee y comercializa en el extranjero, volverán en breve a Italia.
Después de años de investigaciones, los Carabineros encargados del patrimonio cultural han descubierto cinco depósitos llenos a rebosar con 5.000 objetos arqueológicos de grandísimo valor. Eran propiedad de Gianfranco Becchina, conocido comerciante de arte siciliano.
En manos de los traficantes estaba también un archivo con
miles de fotos y documentos en los que se detalla la procedencia, valor,
destino y compradores de estas obras maestras
desaparecidas desde hace años. En su mayor parte fueron extraídas
ilegalmente del parque arqueológico de Selinunte, en la provincia de
Trápani (Sicilia), y cerca de allí, en Mazara del Vallo, donde se
encuentra una parte de mar muy rica en objetos de arte hundidos en las
aguas. En efecto, se trata de un área cargada de historia: por allí pasaron naves cargadas de botines de guerra arrancados por los romanos en la destruida Cartago, o tesoros saqueados por los bárbaros con la caída del Imperio romano.(...)
Cuenta el diario «La Repubblica» que en este escenario se mueven traficantes
en un mercado que vale miles de millones de euros. El nombre que
sobresale en las investigaciones es el citado Gianfranco Becchina, un
personaje que mantiene negocios con todo el mundo: «Ha tratado con los
más grandes museos del mundo,
entre ellos el Louvre, el Metropolitan de Nueva York, el museo de
Boston, el Ninagawa de Hurashiki y muchos otros», manifiesta el
arqueólogo Tsao Cevoli, presidente del Observatorio Internacional
Archeomafie.
Gracias al precioso archivo secuestrado a Becchina se ha podido indentificar «La bella adormentada»,
un espléndido sarcófago romano recuperado en estados Unidos. EL FBI lo
encontró escondido en un almacén de Queens (Nueva York). Realizado con
mármol de Carrara, hace unos 1800 años, se había perdido su rastro hace
ya treinta años. La policía americana lo ha secuestrado y lo devolverá a
Italia. El sarcófago estaba listo para ser expedido a su comprador
japonés, Noriyoshi Horiuchi, famoso comerciante de antigüedades que
había pagado 3 millones de dólares.
Horiuchi estaba en estrecha relación precisamente con Gianfranco Becchina,
un curioso personaje siciliano que vive en una gran villa cerca de los
templos de Selenunte, rodeada de olivos con los que produce un aceite
que ha servido para aderezar las ensaladas de los presidentes Clinton y Bush. Becchina se acredita nada más y nada menos que proveedor de aceite de la Casa Blanca.
Detrás de otros muchos saqueos y tráfico de arte se ve también la sombra de jefes mafiosos. No en vano Cosa Nostra considera que el mercado del arte está entre sus principales fuentes de ingresos.