Las frutas y las verduras son, sin duda, uno de los pilares de nuestra dieta mediterránea, la cual brilla por ser la más saludable y sabrosa de las dietas. Como ya sabemos, se recomienda comer unas cinco piezas de fruta al día, ya sean enteras, en zumo, en ensaladas…
Pero ¿por qué tomarlas en zumo y antes de desayunar? Resulta que ciertos alimentos como los cítricos incrementan la secreción de bilis y estimulan el vaciamiento moderado de la vesícula biliar, ayudando a evitar trastornos funcionales como pesadez abdominal, dolor en el costado derecho, dolor de cabeza… trastornos que surgen cuando la vesícula biliar no se vacía en el momento oportuno y con la intensidad adecuada.(...)
La naranja y su jugo ayudan a aumentar la secreción de bilis. Esta propiedad se intensifica cuando el estómago está vacío. Desgraciadamente, el zumo de naranja tomado en ayunas y el consiguiente vacío brusco de la vesícula biliar puede provocar molestias leves como pesadez abdominal o náuseas. Por esta razón, mucha gente evita tomar zumos de naranja en ayunas; sin embargo, conviene saber que son solo molestias sin ningún tipo de gravedad médica y que son motivo de una acción beneficiosa de los cítricos con nuestro organismo.
Por otro lado, desayunar zumo de naranja ayuda a mantener una alimentación equilibrada y adecuada, ayuda a controlar el peso y a aliviar la anemia, puesto que contribuye a la hemoglobinización de la sangre. Como ya sabemos, las naranjas contienen vitaminas A, B, C, y G en grandes cantidades. De hecho, al tomar el zumo en ayunas, una cantidad mayor de esas vitaminas son absorbidas y procesadas por el organismo. Cabe señalar que dichas vitaminas ayudan a prevenir enfermedades y refuerzan nuestro sistema inmunológico, con lo que también repelemos resfriados y catarros.
El zumo de naranja también contiene altas dosis de antioxidantes que, junto con la vitamina C, combaten el envejecimiento y alivian trastornos gastrointestinales como gastritis y úlceras, lidiando con los excesos de acidez. Finalmente, también es aconsejable de cara a preservar la visión, mejorar la circulación sanguínea, potenciar la cicatrización, ayudar a enfermos de diabetes tipo II…
Claro queda que el zumo de naranja es una fuente constante de beneficios para nuestro organismo. Pero no sólo eso; su rico sabor es el principal factor de su éxito.