G.H.S
La victoria de Rosa de Scarano (¡y la de Patricia
de Ceballos también!), constituye una verdadera “pela” para el gobierno
nacional y su PSUV. Las fuerzas de oposición humillaron al polo patriótico y demostraron,
contundentemente, que tanto en San Diego como en San Cristóbal la ciudadanía se
alzó contra el inexplicable abuso que significó la destitución de sus burgomaestres.
Pareciera que la gente del PSUV y sus aliados no están leyendo bien la realidad
nacional. Los tiempos han cambiado y es lamentable que esto no lo perciban los
altos personeros del gobierno. ¿Sera por el efecto de burocratización después
de casi quince años mandando? Así parece. Este país necesita urgentemente
mejorar la calidad de su liderazgo. Vamos hacia un despeñadero.