El trastorno
por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) afecta a muchas personas aunque, según estimaciones del Grupo de Especial Interés en el
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (GEITDAH), alrededor
del 97 por ciento de los adultos y el 75 por ciento de los niños con dicho
trastorno están sin diagnosticar o poseen un diagnóstico erróneo. "El
tratamiento de este trastorno se apoya normalmente en procesos psicológicos y
farmacológicos, pero es también primordial la intervención educativa y familiar.
El futuro de estos niños está en juego y dichas intervenciones facilitarán la
mejora de su calidad de vida y contribuirán a la estabilidad familiar", ha
comentado la profesora de Psicología y Magisterio de la Universidad a Distancia
de Madrid (UDIMA), Alba García Barrera.(...)
Por este
motivo, el centro educativo ha lanzado una serie de consejos dirigidos a
padres y educadores sobre las pautas que deben seguir en el trato diario
con niños diagnosticados de este trastorno:
1. Definir
reglas claras: establecer premios y consecuencias para determinados
comportamientos.
2. Dividir
las tareas en pasos o secuencias menores: recordarle dichos pasos y supervisar
su ejecución y procedimiento.
3. Enseñarle
a revisar las tareas: es importante que realice bien sus deberes y
obligaciones, para ello es importante que se acostumbre a revisarlas cuantas
veces sea necesario.
4. Ayudarle
con la noción del tiempo: facilitarle un reloj o cronómetro para que
entienda el tiempo que ha de dedicar a cada cosa. Acordar previamente la
distribución para cada tarea. Situar en un lugar visible un calendario y
horario con sus actividades.
5. Practicar el
modelo de extinción de conductas: no prestar atención ni reforzar aquellas
conductas que no queremos que se repitan.
6. Motivarle:
potenciar los buenos resultados animándole y cuidando su autoestima. Fomentar
su propia superación personal.
7. Aumentar
la estructura y el orden de la casa: establecer ubicaciones fijas en las
que guardar o almacenar los objetos, especialmente los del niño. Por ejemplo,
zapatos en el zapatero (no en la entrada), abrigos en el armario (no en sillas,
ni perchero), juguetes en un arcón o caja.
8. Establecer
rutinas y horarios: realizar diariamente las mismas actividades y en el
mismo orden, de modo que sean predecibles y estables en el tiempo.
9. Eliminar ruidos
y distracciones: proporcionarle un lugar de estudio tranquilo y limpio (sin
objetos decorativos, peluches o pósters). Colocar estrictamente lo que necesite
(material escolar). Alejarle durante el estudio de zonas de la casa muy
transitadas o con distracciones (ventanas o televisor).
10. Proporcionarle
una agenda: enseñarle a anotar todo lo que tiene que hacer. Ayudarle a
planificar su estudio.