El color del vino es
uno de los primeros atributos que notamos, es la forma que esta mágica
bebida logra deleitar nuestro sentido de la vista, así que vale la pena
conocer un poco más acerca de esta valiosa cualidad y de las distintas posibilidades
que nos ofrece.
Intensidad: Aunque
no es una norma general, los vinos de color más intenso tienden a poseer más
fuertes taninos. Mientras las pieles de las uvas duren más en contacto con el
mosto o jugo, más intenso será el color del resultado.
Opacidad: Si
al tomar la copa puedes ver tu mano a través del vino, es poco opaco, mientras
que si ocurre lo contrario, apenas podrás observar cambios de luz. Los vinos
poco filtrados son más opacos, además, un vino muy antiguo puede hacerse menos
opaco con el tiempo (no necesariamente menos tánico).(...)
Color: El
centro de la copa contiene el color principal del vino, mientras que en los
bordes se pueden observar los destellos y tonalidades. Es importante apreciar
esto sobre fondo blanco y con luz apropiada, ya que de no hacerlo así, nuestra
impresión será errónea. Con los años, el color de un vino puede hacerse más
claro.