(Infobe).- Mientras
continúan las protestas opositoras en todo el país, el premio Nobel de
Literatura Mario Vargas Llosa criticó enfáticamente al gobierno de Nicolás
Maduro, al que acusó de querer convertir Venezuela en una "segunda
Cuba" y de asfixiar sistemáticamente la libertad de expresión.
También repudió la represión de las manifestaciones, que comenzaron hace poco más
de un mes y en las que ya murieron 21 personas, cientos resultaron heridos y
miles fueron detenidos, incluido el líder antichavista Leopoldo López.
"El único canal
de televisión independiente que sobrevivía -Globovisión- fue sometido a
un acoso tal por el Gobierno que sus dueños debieron venderlo a empresarios
adictos, que lo han alineado ahora con el chavismo. El control de las
estaciones de radio es casi absoluto y las que todavía se atreven a decir la
verdad sobre la catastrófica situación económica y social del país tienen los días
contados. Lo mismo ocurre con la prensa independiente, a la que el Gobierno va
eliminando poco a poco mediante el sistema de privarla de papel", enumeró
en una columna publicada este lunes en el diario argentino La
Nación.(...)
Vargas Llosa subrayó
que, a pesar de que el pueblo venezolano "no puede ver ni oír ni
leer una información libre, vive en carne propia la descarnada y trágica
situación a la que los desvaríos ideológicos del régimen -las
nacionalizaciones, el intervencionismo sistemático en la vida económica, el
hostigamiento a la empresa privada, la burocratización cancerosa- han llevado a Venezuela".
El intelectual peruano
recordó que la inflación y la tasa de criminalidad de Venezuela son las más
altas de América Latina y del mundo. También hizo hincapié
en el desabastecimiento de productos básicos con el que deben lidiar los
venezolanos, que ha hecho crecer un mercado negro y la corrupción. Y lamentó
que la respuesta del gobierno de Maduro sean "medidas populistas,
estatismo, colectivismo, repartos de dádivas y mucha, mucha propaganda acusando
a la 'derecha', el 'fascismo' y el 'imperialismo norteamericano' del desbarajuste
y de la caída en picada de los niveles de vida del pueblo venezolano".
En ese sentido, le señaló
a Maduro que el fascismo es "un régimen vertical y caudillista que elimina
toda forma de oposición y, mediante la violencia, anula o extermina las voces disidentes;
un régimen invasor de todos los dominios de la vida de los ciudadanos, desde el
económico hasta el cultural y, principalmente, claro está, el político; un régimen
donde los pistoleros y matones aseguran, mediante el terror, la unanimidad del
miedo y el silencio". "Es decir, el fascismo es lo que va
viviendo cada día más el infeliz pueblo venezolano", sentenció.
"Venezuela ya no
es un país democrático, está mucho más cerca de una dictadura como la cubana
que de lo que son, hoy en día, países como México, Chile o Perú",
condenó. En cambio, aplaudió que la movilización popular contra Maduro siga en
pie porque "ha sembrado a Venezuela con 'trincheras de la libertad' en las
que, además de universitarios y escolares, hay ahora obreros, amas de casa, empleados,
profesionales, una ola popular que parece incluso haber desbordado a la
Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la organización sombrilla de todos los
partidos y grupos políticos gracias a los cuales Venezuela no se ha convertido
todavía en una segunda Cuba".
"La gran
movilización popular que vive Venezuela es, precisamente, para que en el futuro
haya todavía elecciones de verdad en ese país y no sean esas rituales
operaciones circenses como eran las de la ex Unión Soviética o son todavía las
de Cuba, donde los electores votan por candidatos únicos, que ganan, oh
sorpresa, siempre por el 99% de los votos", afirmó Vargas Llosa.
Por último, reclamó
por la soledad en que la oposición venezolana lleva sus protestas. "Están
luchando por salvar a su país, y a toda América Latina, de una nueva satrapía
comunista, sin recibir el apoyo que merecen de los países democráticos o de esa
inútil y apolillada OEA (Organización de Estados Americanos), en cuya
carta principista, vaya vergüenza, figura velar por la legalidad y la libertad
de los países que la integran".
"Naturalmente, qué
otra cosa se puede esperar de gobiernos cuyos presidentes comparecieron, prácticamente
todos, en La Habana, a celebrar la Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y a rendir un homenaje a Fidel Castro,
momia viviente y símbolo animado de la dictadura más longeva de la historia de
América Latina", precisó.
Y concluyó: "Los
pueblos en nuestros países suelen ser mejores que sus gobiernos. Ahí están
para demostrarlo los venezolanos, como los ucranianos ayer, jugándose la vida
en nombre de todos nosotros para impedir que en la tierra de la que
salieron los libertadores de América del Sur desaparezcan los últimos
resquicios de libertad que todavía quedan. Tarde o temprano, triunfarán".
Venezuela, las jornadas de
febrero (un balance); por Fernando Mires
Por Fernando Mires | 4 de
Marzo, 2014