Luis Fuenmayor Toro
Como garante de la seguridad de la
gente, el Gobierno es el responsable de los hechos violentos, sin importar quiénes
sean sus autores materiales ni intelectuales.
Estudiantes de la Universidad Católica
Santa Rosa, entidad privada situada en Sabana del Blanco, San José, fueron
agredidos por grupos armados que se hacen llamar “colectivos”, mientras
desarrollaban una protesta cívica en las cercanías de su institución (norte de
la avenida Baralt) por la inseguridad que azota al país. Los “colectivos”
dispararon sus armas para amilanar a los estudiantes, quienes en respuesta
tomaron fotografías y videos que respaldan sus denuncias y echan por tierra
cualquier cuento fantasioso del Gobierno. De paso, esa universidad la dirigen
amigos del Gobierno.(...)
En Mérida, en una manifestación
estudiantil de protesta por la inseguridad, los peligrosos estudiantes de la
ULA fueron atacados a tiros por uno de los valerosos “colectivos” de la zona,
que no ha hecho caso al llamado de paz del presidente Maduro y menos aún a
desarmarse como pide el Gobierno. Hay dos tipos de venezolanos: los cobardes
que deben entregar las armas que poseen y quedar inermes ante el hampa y los
arrojados miembros de los colectivos, que no se desarman y tienen luz verde
para disparar contra la gente cuando y donde lo decidan.
El Día de la Juventud, al final de la
marcha convocada por estudiantes de la UCV por la libertad de los estudiantes
presos, los jóvenes fueron agredidos, según todo el mundo ha visto, por
militantes de los “colectivos”, quienes dispararon, hirieron a decenas de
personas y mataron a un trabajador que, se dijo, estudiaba en la Universidad
Humboldt. La indignación por ese hecho transformó una protesta pacífica en
violenta, con enfrentamientos diversos y destrozos en la sede de la Fiscalía.
Siguiendo órdenes, las fuerzas del orden permitieron la ocurrencia de todos
esos hechos.
Tres muertos solo en Caracas, entre
ellos, un miembro de los colectivos armados del Gobierno (¿ajuste de cuentas o
supresión de un problema?), quien a la vez era agente de inteligencia de la
Policía de Caracas y tenía antecedentes penales por terrorismo. Como garante de
la seguridad de la gente, el Gobierno es el responsable de los hechos
violentos, sin importar quiénes sean sus autores materiales ni intelectuales.
Si además los colectivos que protege o los organismos de seguridad son los
agresores, su culpabilidad es mucho mayor.