Félix Lill y Javier
Sauras
Cuando la entonces presidenta de Filipinas Corazón Aquino promulgó la
Constitución de 1987, el idioma español desapareció de los documentos oficiales
de este archipiélago del sureste asiático. Por aquel entonces, apenas quedaban
medio centenar de familias que lo hablaban habitualmente en casa, tal y como lo
manejaban los gobernantes y los revolucionarios ilustrados del país a finales
del siglo XIX.
Sin embargo, hoy en día el español es algo más que una nota a pie de
página en los libros filipinos: los cien millones de habitantes del país
utilizan a diario, casi sin saberlo, miles de palabras que tienen su origen en
la lengua de Castilla.
"Si la primera República de las Islas Filipinas, liderada por Emilio
Aguinaldo, hubiese derrotado a los estadounidenses en 1900, el español sería
ahora la lengua oficial de Filipinas", le explica el poeta e historiador
filipino Virgilio Almario a la BBC.
"Aunque sólo una pequeña élite de la población hubiera estudiado
español, creo que esa élite representaba el sector más influyente. Cualquier
cosa que ellos decidieran, hubiera arrastrado al país en términos de
educación".(...)
Lenguas
Almario, o Rio Alma, como firma sus libros, encabeza la Comisión Nacional
del Idioma Filipino. El poeta lleva dos décadas luchando para que el país
cambie su nombre actual, Pilipinas, por el que originalmente le dieron los
colonizadores españoles: Filipinas, en honor del rey Felipe II.
La lengua española permeó gran parte de los 170 idiomas del archipiélago.
Foto: Javier Sauras/Félix Lill
"Los españoles estuvieron aquí durante tres siglos... Todas las
lenguas importantes de Filipinas tienen, al menos, 2.000 términos
españoles".
Pese a la influencia masiva del inglés, el Instituto Cervantes de Manila
estima que alrededor de dos millones de personas todavía hablan español como
lengua materna o secundaria en el país. Esto se debe principalmente al
Chabacano, un idioma criollo muy extendido al sur de Filipinas, y a sus
dialectos.
En los museos de historia del país aún se puede ver las banderas
revolucionarias que enarbolaban los ilustrados hace un siglo, que llevan
grabadas el lema "Viva la República Filipina", en español.
Gloria Macapagal Arroyo, presidenta del país entre 2001 y 2010, e
integrante de la Academia Filipina de la Lengua Española, expresó su deseo de
revitalizar su uso, aunque esta voluntad no se concretara en ninguna política
pública.
Guía español-tagalo para una noche en
Manila
No hace falta viajar hasta las zonas más meridionales de Filipinas para
escuchar el castellano, en sus variaciones filipinas.
En la ciudad más grande del país, Manila, la gente le saludará con un
amable "kumustá", fonéticamente similar al '¿cómo está?'.
Si después de darse una "dutsa" (ducha) en su "otel"
(hotel), quiere ir a cenar, basta con que pregunte por una "bodega"
(bodega) en el "baryo" (barrio). Una vez sepa el nombre de la
"kalye" (calle), móntese en su "kotse" (coche) o su
"bisikleta" (bicicleta) y prepárese para una buena noche.
Guía
castellana
Algunos ejemplos del castellano en el
filipino:
¿Cómo está? es
"Kumustá"
Ducha, es
"Dutsa"
Hotel, es
"otel"
Barrio, o
"baryo"
Calle, se dice
"kalye"
Bicileta, es
"bisikleta"
Quizá quiera vestir "amerikana" (chaqueta americana),
"panyolito" (pañuelo) o "sapatos" (zapatos) de "takong"
(tacón) si el restaurante es de "luho" (lujo), aunque si viaja con un
presupuesto más ajustado no le será difícil encontrar sitios "barat"
(baratos).
Una vez sentado a "lamesa" (la mesa), descubrirá que en
"Pilipinas" (Filipinas) no utilizan palillos para comer, sino
"kutsilyo" (cuchillo), "tinidor" (tenedor) y
"kutsara" (cuchara). Escoger comida resultará muy sencillo, ya que
muchos de los platos le sonarán familiares: "carne",
"kaldereta", "adobo", "guisado",
"ajillo", "cabra", "bistek"... Si la humedad
tropical le ha dejado acalorado, pida "yelo" (hielo) con su bebida.
Vigile los "gastos" (gastos), pero antes de marcharse no se olvide de
pedir la "kwentahin" (cuenta).
Y si durante la cena conoce a alguien especial con el que tenga cierta
complicidad, dígale "gwapo" (guapo), invítele a una "pista"
(fiesta) y que tenga mucha "suwerte" (suerte).
No obstante, hoy en día, es el inglés el que avanza a pasos acelerados en
el país.
Es la economía
Ejemplos del español que aún queda en Filipinas abundan. Foto: Javier
Sauras / Félix Lill.
Desde 1987, tan sólo el inglés y el filipino se utilizan como lenguas
oficiales. El filipino es un idioma construido artificialmente a través del
tagalo, la lengua que se habla en la capital.
En teoría, debería servir no sólo como vehículo de comunicación, sino
también como instrumento de cohesión nacional, evolucionando para incluir
palabras y expresiones de otros idiomas del archipiélago, pero en la práctica
se está mezclando más con el inglés que con ninguna otra lengua.
En los medios de comunicación es habitual que los periodistas salten de
un idioma a otro, utilizando lo que en las calles de Manila se conoce como
"taglish", un cruce entre tagalo e inglés.
De hecho, para algunos académicos, como Schedar Jocson, profesor de la Universidad
de Filipinas, el idioma nacional está en riesgo de desaparecer.
"Creo que si el gobierno no hace nada, en dos generaciones el
filipino dejará de existir. Los niños de las familias más adineradas ahora
prácticamente sólo hablan en inglés en casa", dijo a la BBC.
"
Si la primera República de las Islas
Filipinas, liderada por Emilio Aguinaldo, hubiese derrotado a los
estadounidenses en 1900, el español sería ahora la lengua oficial de
Filipinas"
Virgilio Almario, poeta e historiador
filipino
El caso del inglés es muy especial en Filipinas, explica Gonzalo
Campoamor, profesor del Departamento de Filipino de la Universidad de
Filipinas.
"Estados Unidos sólo gobernó durante 37 años, pero en 1935 un
extraordinario 30% de la población ya había aprendido inglés. Una fuerte
educación en el idioma y un servicio público anglicanizado fueron los factores
determinantes para ello".
Aunque advierte Campoamor que "el inglés no es popular por sus
rasgos intrínsecos como idioma, sino porque la gente lo ve como un camino para
salir de la pobreza. Hay que tener en cuenta que uno de los mayores impulsos a
la economía en el país consiste en el outsourcing, la subcontratación de
procesos de negocios a través de los centros de llamadas (call centres),
empleos basados en el conocimiento del idioma".