“El bajo poder adquisitivo
de los venezolanos..”
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Cúcuta tiene 231 casas de cambio legalmente constituidas, de las cuales 118
están afiliadas a Asocambios. “Un número que ha ido disminuyendo cada año”.
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Como producto del riguroso control de cambios y los complejos procedimientos
burocráticos que imperan desde hace una década, en Venezuela cambiar bolívares
fuertes (su nombre oficial) por dólares puede llegar a ser una tarea
tremendamente complicada.(...)
Pero, en la
vecina Colombia, basta con acudir a una casa de cambio para hacer la
transacción. Y es que, a pesar de sus problemas, las relaciones entre los dos
países todavía hacen viable la compra y venta, en suelo colombiano, de una
moneda que nadie más parece dispuesto a aceptar fuera de las fronteras
venezolanas.
Hernán, cambista : Hasta donde yo sé,
las casas de cambio de Colombia son las únicas del mundo que compran y venden
bolívares (fuera de Venezuela)”
“Hasta donde
yo sé, las casas de cambio de Colombia son las únicas del mundo que compran y
venden bolívares fuertes (fuera de Venezuela)”, le dice a BBC Mundo Hernán
Moreno, un cambista de la fronteriza ciudad de Cúcuta.
Y las
transacciones no se limitan a la frontera entre los dos países, pues la moneda
es aceptada incluso en las casas de cambio Bogotá, a casi 600 kilómetros de
distancia.
“Aquí vienen
a cambiar sobre todo los turistas, porque estamos muy cerca del Museo del Oro”,
cuenta William Castillo, de la casa de cambio bogotana Center Exchange.
“Pero por lo
general intentamos no comprar muchos bolívares (fuertes), porqué es una moneda
que da muchos problemas”, explica.
Más
oferta que demanda:
La razón del
desbalance es el estricto sistema de control de cambios que opera en Venezuela,
donde la demanda de dólares también supera, y por mucho, a la oferta.
El proceso
para adquirir dólares de manera legal al otro lado de la frontera es largo y
complejo, y aquellos que pueden conseguir los denominados “dólares CADIVI” –
las siglas de la Comisión de Administración de Divisas – o adquirirlos en las
subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD),
también están sujetos a los límites de compra impuestos por el gobierno
venezolano.
El de Venezuela es el tipo de cambio más
complejo del mundo. Los bolívares tienen más demanda en las zonas de frontera.
Según el corresponsal
de BBC Mundo en Caracas, Abraham Zamorano, “eso lleva a muchos a pagar en el
mercado negro hasta cinco veces el valor de la divisa”.
Y, en esas
condiciones, las casas de cambio de Colombia ofrecen una alternativa sencilla,
y legal, para conseguir dólares adicionales, aunque sea a precios similares – o
incluso ligeramente superiores – a los del “mercado paralelo” venezolano.
Con Venezuela
convertida en el segundo generador de turismo en Colombia, con más de 600.000
visitantes el año pasado, la demanda potencial no es nada despreciable.
“Aquí llega
harto (bolívar fuerte) y no sale mucho”, le dice a BBC Mundo Alex Sanabria, de
Güendi E.U., una casa de cambio que opera en el aeropuerto internacional El
Dorado.
Pero, al
menos en Bogotá, la falta de interés en los bolívares fuertes le ha puesto
claros límites al mercado.
Y es que los
venezolanos que adquieren pesos o dólares en Colombia no tienen ningún
incentivo para reconvertirlos a bolívares antes de emprender el regreso casa.
Por eso,
Sanabria no compra más de 20.000 bolívares por persona, lo que equivale a poco
más de US$500 o 1.000.000 pesos colombianos (según el cambio de esta semana
fijado en su agencia).
Y muchas
casas de cambio de Bogotá también suelen dejar de comprar moneda venezolana
cuando sus reservas de la misma exceden ciertas cantidades.
“Nosotros
intentamos no tener más de 50.000 bolívares en caja”, le dice a BBC Mundo Marta
Prieto, de la casa de cambio La Universal, ubicada cerca del centro de Bogotá.
“Y si ya está
lleno el cupo, dejamos de comprar hasta que hayamos vendido parte de lo que
tengamos”, explica.
¿Por
qué se llama bolívar fuerte?:
Desde
1879 la moneda venezolana ha sido el bolívar, en referencia a Simón Bolívar,
“El Libertador”, quien comandó el proceso de independencia de Venezuela (y
otros países) de España hace dos siglos.
Pero
desde los años 80, la moneda venezolana fue perdiendo aceleradamente valor
frente al dólar estadounidense.
Por
ello, en 2007 el expresidente Hugo Chávez anunció una reconversión monetaria
que le quitó tres ceros al bolívar (con lo cual 1.000 bolívares pasarían a ser
1 bolívar).
Dicho
anuncio incluía un nuevo nombre para la moneda venezolana: el bolívar fuerte.
Los
compradores:
La falta de
demanda no es un problema que se presente en ciudades fronterizas, como Cúcuta,
donde el intercambio comercial con Venezuela es mucho más intenso.
Ahí, los
bolívares adquiridos por las casas de cambio colombianas rápidamente cruzan la
frontera de nuevo, en dirección contraria, de la mano de quienes tienen familia
o hacen negocios en territorio venezolano.
Y es que la
moneda, por ejemplo, es necesaria para poder comprar gasolina barata en
Venezuela, o los productos subsidiados de los mercados estatales conocidos como
“Mercal”, que luego son llevados a Colombia en contrabando.
Hernán
Moreno, de la casa de cambio El Bolívar de Oro de Cúcuta, sin embargo, afirma
que el intercambio comercial “ya no es lo que era antes”, por lo su volumen de
transacciones ha caído en casi un 80% en los últimos años.
Y, en
ciudades como Bogotá, todavía hay menos compradores potenciales de la moneda
venezolana.
“Los que
compran bolívares son sobre todo los colombianos que van a Venezuela por
turismo o negocios”, explica Marta Prieto.
Pero como
reconoce un empleado en Intercambios Chapinero – una casa de cambio bogotana
que todavía vende bolívares, pero que hace cuatro meses dejó de comprarlos –
los precios que muchos de ellos pueden conseguir en la propia Venezuela son,
por lo general, mucho más favorables.
Esto reduce
la clientela sobre todo a aquellos que necesitan los soportes de la transacción
para efectos legales o los que no quieren correr riesgos en el mercado negro o
incomodarse.
Lo que
significa que las aventuras colombianas de muchos bolívares venezolanos por lo
general transcurren en los cajones de las casas de cambio, donde esperan y
esperan que alguien se anime a comprarlos.
Los
cambistas:
Ante la
difícil situación económica de la región, algunos cambistas consultados
estuvieron de acuerdo en varias cosas, entre ellas, que la inestabilidad
cambiaria y la especulación son una constante del negocio, pero que esta ha
sido la peor crisis en toda la historia y que necesitan más apoyo del Estado
para salir de la crisis.
Al respecto,
Eduardo Bernal, que lleva más de 16 años de experiencia trabajando en el
mercado cambiario, expresó que de seguir bajando el bolívar este año se verá en
la obligación de cerrar.
Para José
María González, la falta de turistas y la devaluación de la moneda venezolana
es una situación que se viene presentando desde hace varios años y que se
espera mejore en algún momento. “Los profesionales del cambio estamos
sobreviviendo, con la situación actual no es posible generar ningún tipo de
ahorro ni riqueza”, dijo el empresario.
González, que
lleva más de 30 años trabajando en ese sector, destacó que lo importante es
mantenerse activo en el mercado, porque este puede variar sus condiciones de la
noche a la mañana.
Algunos, Como
Gonzalo Suárez, quien calcula que el número transacciones cambiarias en su
negocio se han reducido cerca de un 50%, dice que ha logrado mantenerse en el
mercado gracias a clientes con los que ha trabajado mucho tiempo y que aún
tienen algún tipo de relación con el mercado venezolano.
Por:
Arturo Wallace
@bbc_wallace
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Viernes, 2 de agosto de 2013