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09 noviembre, 2012

TENÍAMOS Y TENEMOS RAZÓN



Luis Fuenmayor Toro

De Juan Bautista Fuenmayor aprendí, cuando era muy joven,

que la práctica era el único criterio de verdad. Recuerdo hasta

el ejemplo simple que me dio al respecto y la diferencia entre la

verdad científica y la verdad artística También aprendí que a la

gente se la conoce por lo que hace y no por lo que dice. Algún

filósofo a lo mejor tratará de sacarme de mis errores conceptuales,

pero estos conceptos me han servido en mi vida de 67 años y

la experiencia de mis últimos tiempos de alguna manera me los

han ratificado, independientemente de estar siempre abierto a la

posibilidad de aprender nuevas cosas de quienes saben más que

yo, que no son pocos.

Hace poco escribimos que el Gobierno iba a tener (...)
problemas en

varias de las gobernaciones, a raíz de la tardanza en seleccionar

los candidatos a gobernadores y por la forma autoritaria de

escogerlos, sin la consulta obligada a las bases chavecistas ni

a los aliados del “Gran Polo Patriótico”. Señalamos como más

difíciles a las de Trujillo, Bolívar y Mérida. La práctica social nos

ha dado la razón, pese a que un viejo amigo, furibundo fanático

del Presidente, me sermoneara diciéndome que la razón estaba del

lado de la cúpula pesuvista.

Pues no. Aunque mi amigo me tiró el teléfono, Hugo Cabezas

dejó de ser candidato a la gobernación de Trujillo porque no

lo quería su propia gente. Inmediatamente se designó, como lo

hacen los militares, al trujillano general Rangel Silva, para ese

momento Ministro de la Defensa. El procedimiento no cambió.

Sin consulta a las bases ni a los aliados se designa un nuevo

candidato y problema resuelto, lo que en este momento no tengo

forma de saber si es cierto. Pero, lo que me interesa recalcar es

que teníamos razón cuando hicimos los señalamientos en torno a

Cabezas y no era que nos comportábamos como unos escuálidos

irredentos, traidores a la patria jugando a la desestabilización.

Otro sitio de graves problemas es Bolívar, donde incluso la

situación con el gobernador actual y candidato es hasta mucho

más grave que la trujillana. Pero allí no hay cambios, pues

Rangel Gómez debe ser una de esas piezas que tiene demasiados

conocimientos del desempeño del Gobierno.