Reflexivo
y verborrágico, trabajador incansable, “el artista del pueblo”, "el hombre
todo terreno", "el baladista que amó el cine", el artista
camaleónico, el hombre ejemplar y comprometido,.. un fundamental. Nació el 28 de mayo de 1938, en Luján
de Cuyo, Mendoza. Sus padres lo nombraron Fuad Jorge Jury, pero tras encontrar
su camino en las artes lo cambió para convertirse en Leonardo Favio. En su
carrera fue abarcador, compositor, cantante, actor, director y todo lo que emprendió,
apuntan los críticos, lo hizo bien. Su cine, proyecta una riqueza expresiva,
una sensibilidad y un latir que no se encontrará fácilmente, en la filmoteca
argentina. Su música, tenía la vitalidad de lo simple. Tocó la fibra popular de
un país que lo idolatró. “Ella ya
me olvidó”, “O quizás simplemente le regale una rosa” “Quiero aprender de
memoria”…sus "Fuiste mía un verano" o "Muchacha de abril"
cruzaron las fronteras de las naciones latinoamericanas con la naturalidad del
viento.
Peronista, y tan peronista, que su idea de pueblo, su concepción de la
historia, se desnuda ante la retina de cualquiera que nade en su cine. Leonardo
Favio sabía que el mundo está representado en un pueblo, y él conocía muy bien
a su pueblo.
Lo que se ha dicho de él…
"A
los grandes hay que recordarlos, por eso pido un gran aplauso para Leonardo
Favio". "Unas palabras, que
no quiero que sean de tristeza, porque a los grandes no se les recuerda (...)
llorando sino trabajando y gestionando por la Patria". Cristina Kichtner
"Definir
a Favio sería maniatarlo y él quería ser libre" Alfredo Alcón, protagonista de una de sus películas,
Nazareno Cruz y el lobo.
"Favio
vive desprendido de la materia: es esencia pura"…es casi un Buda, y hace
mucho era todo lo opuesto. Recuerdo que cuando filmábamos Juan Moreira había
momentos en los que desaparecía y, cuando lo encontraba, escondido a lo lejos,
estaba llorando y rogando a Dios que lo inspirara para conseguir lo que había
soñado. Es un creador muy obsesivo. Favio es un eterno adolescente,
hipersensible e intuitivo, y eso es en buena medida lo que le permite ser tan
creativo" Rodolfo Mórtola, uno de los
colaboradores más cercanos.
“…era
un creador tan grande como inseguro. Su cine y su música se basaban en la
intuición, alimentada en el universo de su infancia y hasta su último proyecto
inconcluso tiene que ver con eso, el pantalón cortito con un solo tirador y el
mantel de hule” Horacio Verbitsky, amigo
desde la adolescencia.
Lo expresado por él…
Sobre su obra…"Uno
tiene que hacer las cosas y dejarlas volar. No hay que quedarse pegado. Eso te
empequeñece…”
“Cuando
canto no hago cine y cuando hago cine no canto. Pero las dos cosas me
apasionan, me gustan... Y son cosas de Favio”… A mí me gustaría haber tenido el
vuelo poético del Serrat de los primeros discos. Bueno, llegué nada más que a
Favio, pero estoy contento. Yo sé que estoy en el corazón de casi todo el mundo
de habla hispana con mis canciones. Son simples, muy simples”.
Sobre su cine…“Yo
entendía el cine nacional con acercamiento a lo popular… Yo siempre decía que
teníamos que hacer como Kurosawa: contar nuestra historia”…“soy el director más
importante del mundo de habla hispana”…“mi cine es memoria”,
Sobre el paso del tiempo…"Le
tengo terror. El tiempo es un verdugo que te espera, inapelable. Por eso, la
lucha estéril de la gente que tiene que salir en la televisión me da pena. Me
gusta, en cambio, la vida en los pueblos: cómo todos van envejeciendo al
unísono, no lo perciben, y como no salen en la TV, no necesitan de esa lucha
desigual contra la naturaleza."
Sobre el Peronismo…"Creía
tener un conocimiento profundo del peronismo. Pero me di cuenta de que era
ingenuo pensar que en esta historia sólo se involucra a nuestro país. En
realidad, se involucra a toda la América y el mundo, porque es una filosofía
que emerge por amor a la gente".
Sobre la
muerte…"en la historia de la humanidad
y de la tierra hay más muertos que vivos. A mí no me asusta para nada la
muerte. Para mí es una gran interrogante, nada más. Lo que sí le temo, porque
soy muy cobarde con el dolor, es a la humillación del dolor". “Cuando me
muera, en América Latina la gente va a decir ‘se murió el cantante’. ‘Murió el
cineasta’ sólo se va a decir en Argentina…”.