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29 septiembre, 2012

Artur Mas y Puerto Rico




La noche en que Artur Mas se inventó lo de Puerto Rico
Graciano Palomo

Me cuentan en la ciudad condal que el carajal Mas avanza imparable hacia el abismo. Como no podía ser de otra forma cuando se abre la caja de Pandora.
Pues hete aquí que unas horas después de que el President se apuntara directamente a la secesión, los que realmente mandan en aquel territorio le dijeron: “muchacho, vente pacá que te vamos a invitar a cenar…”
Me refiero a lo que Jordi Pujol (ahora acongojado hasta extremos impredecibles, sobre todo, después de recibir la durísima carta de su otrora amigo Roldolfo Martín Villa recordando que no se puede traicionar el espíritu de la Transición) denominaba “economía productiva”, léase Isidro Fainé, Carulla, Roca, Lara, Godó, Ferrer Sala, Raventós, García Nieto y un etcétera muy selecto. Pues bien, en el bien amueblado domicilio de uno de ellos le pidieron cuentas, calculadora en mano, y, sobre todo, la hoja de ruta.
Mi fuente, mejor dicho mis fuentes, subrayan que al Molt Honorable no le llegaba la camisa al cuello; tartamudeaba (en catalán, claro) para finalmente inventarse lo del “estado libre asociado” al estilo de Puerto Rico,
que precisamente estas semanas decide si continúa en la Unión norteamericana o se queda aislado.
Algunos de los convidados se llevaban las manos a la cabeza. ¡Este tío está completamente loco! ¡Al abismo nos conduce!
Lo más sustancioso no fueron las explicaciones de Mas. Lo relevante es que le exigieron que no perjudicara sus negocios en el resto de España o que se atuviera a las consecuencias…