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14 junio, 2012

HOLLANDE


                                            
Gerardo González Blanco                                                   ggonzalezblanco@yahoo.com
El nacimiento de mi primer nieto me llevó a un pueblo de la recóndita Francia en la región del Limousin y precisamente en el Departamento de La Correze, baluarte político del recién electo Presidente François Hollande.
En Francia las elecciones son a dos vueltas a menos que en la primera haya un ganador con más del 50% de los votos; de lo contrario el primero y segundo candidatos pasan a una segunda vuelta .Este es  un sistema que ellos llaman “Ballotage” y que ha sido copiado por muchos otros países, y que según los franceses garantiza una mayor fidelidad en la escogencia del candidato más apropiado para el cargo en elección. En esta primera vuelta quedaron Hollande y Sarkozy en primer y segundo lugar respectivamente separados por menos del 3%¨de diferencia. Los otros  8 candidatos acumularon un poco más del 40% de la votación ocupando el tercer lugar, desafortunadamente para Francia, la inmamable y reaccionaria Marine Le Pen, la candidata del siniestro partido ultraderechista y racista, el Front Nationale  fundado por el padre  de la candidata Jean Marie Le Pen.   Jean-Luc Melenchon, el mejor candidato en mi opinión, (...)
del Front de Gauche o frente de la izquierda arribó en cuarto lugar con un poco más del 10%. Bueno, otra vez será.
Hollande fue el candidato del PSF o partido socialista francés que de socialista ya no tiene un carajo y se parece cada vez más a esa bola de adulantes y lambe culos  de los gringos del tipo Bachelet, Felipe González, Zapatero y otros de la misma laya que se mueren porque los centros financieros que controlan el mundo los tenga como “buenos chicos” y “socialistas moderados”. Sin embargo, Hollande en la campaña dijo cosas que levantaron polvo en los templos del neoliberalismo que hay en Alemania, Inglaterra y Bélgica. Se deslindó de esa asesina propuesta de la “austeridad presupuestaria” que es el alfa y el omega de la intolerante Ángela Merkl para la resolución de la crisis europea y que no es otra cosa que cargarle todo el muerto a los mas pendejos que son el pueblo llano europeo, sin tocarle un pelo a los grandes culpables del desastre que no son otros que los grandes bancos y la mafia financiera mundial. También prometió retirarse de Irak y otros teatros de guerra donde los metió el canalla Sarkozy, lo cual no cayó muy bien en Washington como era de esperar. Lo cierto es que Hollande ya es el septimo presidente electo de la Quinta Republica francesa, la fundada por el gran Charles de Gaulle después de la segunda guerra mundial, y sus electores esperan grandes cosas de él; que su presencia signifique un cambio real y positivo  para el disminuido pueblo francés cansado de marchar como borrego tras el carro de la globalización  y del neoliberalismo anglo-gringo.
¿Pero quien es este Hollande que se colea por los palos y gana la presidencia de Francia?
La verdad es que este tercio ha sorprendido a mucha gente conocedora de la política gala. Hace menos de un año François Hollande no tenía el mas mínimo chance de ser presidente. A principios del 2011 la estrella rutilante del PS era Dominique Strauss-Khan quien había barrido el suelo con todos los demás líderes del PS que se le opusieron en una elección interna; y no solo eso, DSK como lo llaman en Francia, sería el seguro ganador de las presidenciales del 2012 por amplio margen sobre el Presidente-aspirante Nicolás Sarkozy. Pero en una de las maniobras  políticas más sucias y despiadadas en por lo menos dos siglos, el poder político-financiero  mundial “ajustició” políticamente a Strauss-Khan y lo saco de la carrera política. Y fue así que el siempre segundón  y apacible operador político de la Correze que es Hollande, en nuevas primarias se alzo con la comprometida candidatura del PS a las presidenciales de 2012; o sea, un verdadero “peor es nada” político para el momento.
Quizás el gran atractivo de François Hollande es su imagen de “hombre quieto” y sin poses efectistas. El mismo se define como una persona muy paciente y determinada, casi testarudo, en lo que se proponga. En una reciente entrevista dijo que él era más bien un maratonista que un esprínter, muy poco amigo de los escenarios rutilantes y celoso de su vida privada. No hay duda de que su nominación y posterior victoria presidencial le dan plenamente la razón.
Proveniente de una familia burguesa y adinerada, nació en 1954 en la ciudad de Rouen (Ruan) en la Alta Normandía y según su propio testimonio no tuvo ninguna posición política hasta el mayo francés de 1968, donde supo que algo andaba mal. Reconoce que nunca estuvo cerca de los comunistas y que ingresó  al PS  y a la política cuando Mitterrand alcanzo la secretaría general y comenzó la lenta deriva hacia el centrismo político del socialismo francés. Su pase al campo político lo decidió a entrar a la prestigiosa Ecole Nationale de Administration   o ENA, que es el Alma Mater de todo el establishment político de Francia donde se graduó  muy aceptablemente en lo que aquí llaman “Sciences Po” o politología, convirtiéndose en un “Enarca” típico de la política gala. Casi recién graduado lo envían en 1981 disputar contra Chirac, el otro correzien, un puesto de legislador en el Departamento de Correze y allí se quedó para siempre políticamente hablando, como el mismo lo ha dicho. Toda su maquinaria, amigos más íntimos y de mayor confianza provienen  de allí o lo acompañaron en sus funciones de gobierno en la Correze, donde además de  diputado fue alcalde de Tulle (capital del departamento) hasta el 2008, y actualmente es presidente del consejo regional de administración departamental. Es tal su asimilación correzienne que el esperó los resultados de las elecciones en su cuartel general de la Correze,  en la plaza principal y enfrente de la catedral de Tulle. No recibió su triunfo en Paris, prefirió su pueblo adoptivo “al que le debo todo lo que soy en la vida”, tal como lo dijo en su emotivo discurso de aceptación en esa plaza provinciana muy alejada de Paris por su calor popular y afectos sinceros de los pueblitos semi-rurales  franceses. Y amor con amor se paga: el casi 65% obtenido por Hollande en Correze fue el más alto porcentaje histórico obtenido por candidato alguno. Fue tres horas más tarde que la  delirante multitud congregada en la plaza de la Bastille de Paris recibió al triunfador. Lo cierto es que este “homme quiet” de la política francesa el martes 15 de Mayo será juramentado Presidente de Francia y lo que le espera no es un camino de rosas. Enderezar  el curso político y económico del país que estableció Sarkozy va chocar de frente con los intereses de la mafia política y financiera constituida por los EE.UU, Gran Bretaña, Alemania y los judíos sionistas. Habrá que tener unas inmensas bolas y hacer gala de toda su paciencia, serenidad y determinación  para enfrentarse a estos malandros sin ningún respeto por la ética y la justicia. Pero si Hollande por lo  menos lo intentara, el mundo empezaría a virar hacia destinos más justos para los pueblos que lo habitan. ¡Que los dioses de los celtas y galos que poblaron antaño La Correze lo acompañen y protejan!
La Siauve, Mayo 2012