Gerardo
González
Blanco
ggonzalezblanco@yahoo.com
El nacimiento de mi primer nieto me llevó a un
pueblo de la recóndita Francia en la región del Limousin y precisamente en el
Departamento de La Correze, baluarte político del recién electo Presidente
François Hollande.
En Francia las elecciones son a dos vueltas a
menos que en la primera haya un ganador con más del 50% de los votos; de lo
contrario el primero y segundo candidatos pasan a una segunda vuelta .Este
es un sistema que ellos llaman “Ballotage” y que ha sido copiado por
muchos otros países, y que según los franceses garantiza una mayor fidelidad en
la escogencia del candidato más apropiado para el cargo en elección. En esta
primera vuelta quedaron Hollande y Sarkozy en primer y segundo lugar
respectivamente separados por menos del 3%¨de diferencia. Los otros 8
candidatos acumularon un poco más del 40% de la votación ocupando el tercer
lugar, desafortunadamente para Francia, la inmamable y reaccionaria Marine Le
Pen, la candidata del siniestro partido ultraderechista y racista, el Front
Nationale fundado por el padre de la candidata Jean Marie Le Pen.
Jean-Luc Melenchon, el mejor candidato en mi opinión, (...)
del Front de Gauche o
frente de la izquierda arribó en cuarto lugar con un poco más del 10%. Bueno,
otra vez será.
Hollande fue el candidato del PSF o partido
socialista francés que de socialista ya no tiene un carajo y se parece cada vez
más a esa bola de adulantes y lambe culos de los gringos del tipo
Bachelet, Felipe González, Zapatero y otros de la misma laya que se mueren
porque los centros financieros que controlan el mundo los tenga como “buenos
chicos” y “socialistas moderados”. Sin embargo, Hollande en la campaña dijo
cosas que levantaron polvo en los templos del neoliberalismo que hay en
Alemania, Inglaterra y Bélgica. Se deslindó de esa asesina propuesta de la
“austeridad presupuestaria” que es el alfa y el omega de la intolerante Ángela
Merkl para la resolución de la crisis europea y que no es otra cosa que
cargarle todo el muerto a los mas pendejos que son el pueblo llano europeo, sin
tocarle un pelo a los grandes culpables del desastre que no son otros que los
grandes bancos y la mafia financiera mundial. También prometió retirarse de
Irak y otros teatros de guerra donde los metió el canalla Sarkozy, lo cual no
cayó muy bien en Washington como era de esperar. Lo cierto es que Hollande ya
es el septimo presidente electo de la Quinta Republica francesa, la fundada por
el gran Charles de Gaulle después de la segunda guerra mundial, y sus electores
esperan grandes cosas de él; que su presencia signifique un cambio real y
positivo para el disminuido pueblo francés cansado de marchar como
borrego tras el carro de la globalización y del neoliberalismo
anglo-gringo.
¿Pero quien es este Hollande que se colea por
los palos y gana la presidencia de Francia?
La verdad es que este tercio ha sorprendido a
mucha gente conocedora de la política gala. Hace menos de un año François
Hollande no tenía el mas mínimo chance de ser presidente. A principios del 2011
la estrella rutilante del PS era Dominique Strauss-Khan quien había barrido el
suelo con todos los demás líderes del PS que se le opusieron en una elección
interna; y no solo eso, DSK como lo llaman en Francia, sería el seguro ganador
de las presidenciales del 2012 por amplio margen sobre el Presidente-aspirante
Nicolás Sarkozy. Pero en una de las maniobras políticas más sucias y
despiadadas en por lo menos dos siglos, el poder político-financiero
mundial “ajustició” políticamente a Strauss-Khan y lo saco de la carrera
política. Y fue así que el siempre segundón y apacible operador político
de la Correze que es Hollande, en nuevas primarias se alzo con la comprometida
candidatura del PS a las presidenciales de 2012; o sea, un verdadero “peor es
nada” político para el momento.
Quizás el gran atractivo de François Hollande
es su imagen de “hombre quieto” y sin poses efectistas. El mismo se define como
una persona muy paciente y determinada, casi testarudo, en lo que se proponga.
En una reciente entrevista dijo que él era más bien un maratonista que un
esprínter, muy poco amigo de los escenarios rutilantes y celoso de su vida
privada. No hay duda de que su nominación y posterior victoria presidencial le
dan plenamente la razón.
Proveniente de una familia burguesa y
adinerada, nació en 1954 en la ciudad de Rouen (Ruan) en la Alta Normandía y
según su propio testimonio no tuvo ninguna posición política hasta el mayo
francés de 1968, donde supo que algo andaba mal. Reconoce que nunca estuvo
cerca de los comunistas y que ingresó al PS y a la política cuando
Mitterrand alcanzo la secretaría general y comenzó la lenta deriva hacia el
centrismo político del socialismo francés. Su pase al campo político lo decidió
a entrar a la prestigiosa Ecole Nationale de Administration o ENA,
que es el Alma Mater de todo el establishment político de Francia donde se
graduó muy aceptablemente en lo que aquí llaman “Sciences Po” o
politología, convirtiéndose en un “Enarca” típico de la política gala. Casi
recién graduado lo envían en 1981 disputar contra Chirac, el otro correzien, un
puesto de legislador en el Departamento de Correze y allí se quedó para siempre
políticamente hablando, como el mismo lo ha dicho. Toda su maquinaria, amigos
más íntimos y de mayor confianza provienen de allí o lo acompañaron en
sus funciones de gobierno en la Correze, donde además de diputado fue
alcalde de Tulle (capital del departamento) hasta el 2008, y actualmente es
presidente del consejo regional de administración departamental. Es tal su
asimilación correzienne que el esperó los resultados de las elecciones en su
cuartel general de la Correze, en la plaza principal y enfrente de la
catedral de Tulle. No recibió su triunfo en Paris, prefirió su pueblo adoptivo
“al que le debo todo lo que soy en la vida”, tal como lo dijo en su emotivo
discurso de aceptación en esa plaza provinciana muy alejada de Paris por su
calor popular y afectos sinceros de los pueblitos semi-rurales franceses.
Y amor con amor se paga: el casi 65% obtenido por Hollande en Correze fue el
más alto porcentaje histórico obtenido por candidato alguno. Fue tres horas más
tarde que la delirante multitud congregada en la plaza de la Bastille de
Paris recibió al triunfador. Lo cierto es que este “homme quiet” de la política
francesa el martes 15 de Mayo será juramentado Presidente de Francia y lo que
le espera no es un camino de rosas. Enderezar el curso político y
económico del país que estableció Sarkozy va chocar de frente con los intereses
de la mafia política y financiera constituida por los EE.UU, Gran Bretaña,
Alemania y los judíos sionistas. Habrá que tener unas inmensas bolas y hacer
gala de toda su paciencia, serenidad y determinación para enfrentarse a
estos malandros sin ningún respeto por la ética y la justicia. Pero si Hollande
por lo menos lo intentara, el mundo empezaría a virar hacia destinos más
justos para los pueblos que lo habitan. ¡Que los dioses de los celtas y galos
que poblaron antaño La Correze lo acompañen y protejan!
La Siauve, Mayo 2012