“…podemos ver al Silbón como un
superhéroe más que un espanto…”
“La experiencia vivida en el Sahara
fue abrumadoramente intensa, de esas experiencias que te cambian la vida”
Tiene 30 años, rasgos finos, de trato amable y
sencillo; destila sensibilidad, misterio, responsabilidad mucha disciplina y
seguridad pero quizás la característica más marcada de este Licenciado en Artes
mención cine de la UCV, es “la determinación” que aunada a su enorme capacidad de
trabajo nos da luces para afirmar sin aventurarnos, que se trata de uno de los
mejores realizadores de cine que tendrá en poco tiempo nuestro país. Es, David Cabrera.
Este esposo y padre de una pequeña de siete meses, ha
entrado en este mundo como pasante de animación en los estudios de Artevisión en la Universidad Simón Bolívar.
Se paseó luego como asistente de edición en largometrajes como "El Caracazo" de Román Chalbaud y "Borrador" de Jacobo Penzo y a partir de aquí, entra
de lleno en el mundo de la edición y postproducción trabajando en varias series
televisivas, entre ellas “El Reto de la Diversidad” de Jacobo Penzo y “Los
Niños de Venezuela” de Viveca Baïz.
En
el 2008, este “buscador incansable” entra en el mundo de la dirección de
videoclips musicales y realiza “Lluvia” de la banda Horacero y “Existo porque
excitas” de Judy Buendía. Pero Cabrera quiere seguir descubriéndo mundos
en esto de lo audiovisual y ese
mismo año se aventura en la animación 3D y efectos digitales y realiza la
dirección de efectos digitales para la película “Kataa Ou-outaa” de Patricia
Ortega (2008), "Cabimas, donde todo empezó" de Jacobo Penzo (2009), y
“Memorias de un Soldado” de Caupolicán Oválles (2010).
David escribe y dirige su primer cortometraje de
ficción, “El Silbón” en el 2011 con la participación de grandes figuras de la
cinematografía venezolana. Este cortometraje es apenas el primer paso de
Cabrera para convertirse en un uno de los grandes de nuestro cine con calidad
de exportación. Es por todo esto
que Entre Todos buscó a David Cabrera, quien amablemente nos concedió esta entrevista
en exclusiva.
1- Cómo nació tu pasión por el cine y las artes escénicas?
Mi pasión por el cine nació desde muy pequeño, siempre disfruté
ir frecuentemente a las salas de cine a ver muchas películas. Pero creo que el
momento clave es cuando uno se da cuenta que no sólo quiere consumir historias
sino que también quiere contarlas. Para mí ese momento fue alrededor de los veinte
años de edad, desde ese momento empecé a acercarme de distintas maneras a la
realización cinematográfica.
2- Cuando uno conversa contigo emanas gran sensibilidad que
además proyectas en todos los detalles de El Silbón, tu ópera prima. El
manejo de la luz, la fotografía, el diálogo, incluso el "silvido",
protagonista de la obra, está exquisitamente tratado. Creo que el éxito de ese
corto está en la excelencia de cada detalle. Qué te lleva a cultivar el
género de suspenso, terror? Seguirás deleitándonos con ese tipo de historias?
Ciertamente el género del suspenso y el terror tienen
características que conectan fácilmente con las sensaciones carnales del
espectador, pero lo que me pareció más interesante era la posibilidad de
acercarnos a este género con una figura del imaginario colectivo venezolano,
aprovechar las bondades del género para tratar de descubrir la forma de
nuestras películas de terror y suspenso. Además tuve la grandísima suerte
de trabajar con excelentísimos profesionales que me ayudaron a lograr esa
estética que tanto ha gustado y de la cual me siento satisfecho. Creo que
nuestro folklore tiene innumerables historias que nunca se han contado
cinematográficamente y también creo que nuestra cinematografía no ha abordado
muchos de los géneros que existen, me interesa contar nuestras historias con
géneros poco desarrollados en nuestro país.
3- Qué es para ti lo más interesante de la historia original
de El Silbón? Por qué esa historia es tan Venezolana?
El Silbón tiene esencialmente dos características que fueron las
que me atraparon para realizar este cortometraje. Primero, es uno de los pocos
espantos que parecen existir sólo en Venezuela, El Silbón parece no tener
parangón en otros lados del mundo así como sí sucede con La Llorona, La Sayona,
etc. Esta característica lo hace profundamente venezolano. Segundo, El Silbón
es un espanto cuyas víctimas son personas traicioneras, adúlteras, y de malas
acciones; de esta manera podemos ver al Silbón como un superhéroe más que un
espanto, un superhéroe que ajusticia a sus víctimas dejando intactos a los
inocentes. Esa dualidad espanto/superhéroe fue una de las cosas que más
me llamó la atención de El Silbón.
4- Sé que aún es pronto pero, ha participado El Silbón en
algún festival, nacional o internacional de cine? Donde será proyectado este
corto proximamente?
El cortometraje ha participado en varios festivales nacionales y
regionales como el festival de oriente en Puerto La Cruz, el festival de
cortometrajes de San Antonio de los Altos, además ha sido exhibido a nivel
nacional en todas la salas de la Cinemateca Nacional. Internacionalmente ha
participado en el mercado del Festival Clermont Ferrand en Francia y en el
Festival Internacional de Cine del Sahara, esperamos lograr participación en
varios festivales internacionales más en los próximos meses. Actualmente no
tenemos proyecciones confirmadas en Venezuela, sin embargo pueden seguirnos por
nuestra cuenta de twitter: @cortoelsilbon y de esta manera enterarse de futuras
proyecciones.
5- Participaste representando a nuestro país en el Fisahara,
el festival de cine del desierto en los campamentos de refugiados y
compartiste una semana con el pueblo saharaui. Qué fué lo más importante de
esta experiencia? Cómo influyó todo esto en tu vida profesional?
La experiencia vivida en el Sahara fue abrumadoramente intensa,
de esas experiencias que te cambian la vida. Por un lado la participación en el
festival fue muy gratificante, poder llevar un pedacito de nuestra cultura a un
lugar tan distante y haber tenido tan buena recepción del público saharaui lo
considero uno de los mejores logros que he tenido. Por otro lado, la
convivencia con el pueblo saharaui, el poder conocer y vivir su lucha y sus
necesidades, el poder compartir su alegría y cordialidad, el entender su
resistencia digna y valerosa, ha sido sin duda alguna una de las más bellas
experiencias que puede tener un ser humano y me siento privilegiado de haber
podido tenerla. Puedo decir que artísticamente tengo la necesidad de hacer algo
con ese cúmulo de sentimientos y sensaciones que me traje del Sahara, tengo
algunas ideas cinematográficas referentes a lo vivido en el desierto que espero
materializar en un futuro no muy lejano.
6- A leguas se nota que no paras, tu cabeza anda siempre trabajando.
Futuros planes? más historias?
Por los momentos puedo contar que estoy trabajando en un guión
para un próximo corto, que por razones de propiedad intelectual aún no puedo
revelar el argumento, pero si puedo decir que al igual que El Silbón está
basado en una historia de nuestra cultura y folklore. Y, por supuesto empezando
a poner las miras en un largometraje, que es lo que todo cineasta desea.