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15 septiembre, 2010

DOS EN UNO

Gerardo González Blanco
ggonzalezblanco@yahoo.com




La verdad es que entre la morriña que trae consigo el fin de las vacaciones y el asolador panorama político que obsequia esa desangelada campaña electoral por el dominio de la Asamblea, no creo conveniente fastidiar a los posibles lectores tratando temas “más de lo mismo” de los que los mass media nos tienen hasta las ñarras. Calarse las babiecadas gemebundas de los opinadores de la “oposición única” lamentando hipócritamente la muerte del fulano Brito, tirándole el ganso a Chávez y sus chicos a ver si sustraen algunos votos más de la mayoría silenciosa en que se han convertido los ni-ní y los partidarios de una tercera vía, es realmente lamentable. Y que no se nos ocurra oír las excusas de los prohombres del chavismo tratando de salirse del rollo. Eso ya es el colmo de la cursilería y del mal discurso. Es por eso, para no maltratar a los potenciales lectores, que vamos a tratar temas diferentes pero de cierta desapacible actualidad.

EL GRAMATICIDIO:
Mi primer gran disgusto con el chavismo brejetero que se apoderó de la Asamblea Constituyente fue la preponderancia exhibida en el uso ramplón y cursi del idioma castellano. Había en esa asamblea un grupo de viejas brujas que no les quedaba otro camino que el feminismo fastidioso y la adulancia desmedida a Chávez y a Miquilena. Esas arpías, con la excusa de la “igualdad de géneros” lograron convertir el texto de la Constitución en un bodrio “incalable e inleible”. Una Carta Magna que debía ser ejemplo de síntesis y de brevedad inteligente, por esa nefasta influencia de las brujas de Chávez y la inaudita adulancia de los asambleistas se convirtió en un mamotreto ampliamente repetitivo y lleno de redundancias innecesarias. Aquello que dijo Andrés Bello sobre la economía y exactitud en la expresión, que cuantas menos palabras se usen para reflejar una idea tanto mejor, los constituyentes lo ignoraron. Ya era lícito atentar contra el idioma. Confieso que estuve a punto de abstenerme en el referéndum que aprobó semejante zambumbia lingüística y que tuve que hacer de tripas corazón para votar a favor porque el contenido de la “bicha” no era malo; pero qué cagada literaria resultó ser.

Por cierto que todas las brujas “matalenguaje” se las llevó Chávez al gobierno y allí, además de su incordiante gestión, continuaron con su corrosiva labor contra la buena expresión castellana. De sus yermas cabecitas aliadas con las no menos obtusas de los militares e izquierdistas reconcomiados con la estética en general salieron varios paradigmas de lo que no debe hacerse en el lenguaje. Dígame esa ridiculez de “usuario y usuaria”, niños, niñas, adolescentes, padres, madres, representantes y responsables; y el colmo, esa del “ministerio del poder popular para” cualquier vaina que se le ocurriera a Chávez en sus frecuentes desvaríos. Por cierto que una vez hecho el daño al idioma, todas las bejucas están “pegadas al corte” en la ubre presupuestaria tanto en bolívares como en divisas. ¡Qué vaina tan buena!

LA OPOSICIÓN EXCLUSIVA
Hasta hace poco la queja sempiterna de la jauría opositora que ahora se llama MUD, era la del sectarismo de Chávez y sus seguidores que habían trazado una línea divisoria e infranqueable entre ellos y los demás. No había para donde correr. O estás conmigo y me adulas o eres mi enemigo. Bueno, ahora se está notando la misma situación entre los opositores al despelote gobiernero. Los gusanos de la MUD se tomaron para ellos la exclusividad de oponerse al chavismo. Si no me lo creen, vean los despiadados ataques contra la gente del PPT y sus aliados que busca y propone una tercera alternativa bien alejada de los funestos e histéricos extremos de los escuálidos y el chavismo. Y no sólo contra el PPT; acabo de oír a un conspicuo antichavista como el aguardentoso Iván Ballesteros quejándose de las trastadas y jugarretas que hace la MUD contra su candidatura.

Yo he tenido más de un encontronazo con capitostes de ambos extremos y es impresionante la semejanza que presentan en sus raciocinios y ganas de ponerle la mano al coroto. De tan separados que están han terminado por parecerse mucho. No veo mucha diferencia entre Cilia y Ramos Allup, por ejemplo. Quizás lo del sexo los diferencia, pero el sectarismo, lo arrugado y feos que son y el gusto por la manguangua los hermana. Y así se pueden hacer muchas comparaciones similares. Es por eso que una tercera opción es altamente necesaria en esta controversia. Lamentablemente para nosotros, esa maldición gitana que nos cayó encima desde hace siglos que lo que importa es ponerle la mano al coroto y el país que se vaya al carajo, ha hecho que nuestro camino sea bien escabroso. Pero ni de vaina amigos; parafraseando el viejo refrán castellano, les digo que es mejor ser cabeza de ratón que cola de algún animalón llámese Chávez, el cejúo Borges, la bobita María Corina o cualquier otro espécimen de la fauna política criolla. ¡Palante aunque haya candela! Es lo que nos queda.

Por último, cuando vayan a votar el 26 de septiembre, piensen que todas las cosas de las que Uds. se quejan y consideran que andan mal como la inseguridad, la salud, la educación, la inflación, la corrupción, el problema eléctrico, el excesivo poder del gobierno y muchos otros flagelos más, si bien es cierto que tienen partida de nacimiento en lo que llamamos la IV República, no es menos cierto que esta malhadada V República en sus ya largos 11 años y nadando en billete, no ha sabido resolverlos y en muchos casos los ha empeorado en forma vergonzosa. Entonces, ¿no creen Uds. que si tanto el escualidismo saqueador como el chavismo rapaz la han cagado históricamente y se han burlado de tutilimundi como les ha salido del forro, que sea el momento de buscar una tercera alternativa más fresca, honesta y capaz de comenzar a sacarnos de esta sima ignominiosa en que metieron al país?