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14 septiembre, 2010

AL AIRE LIBRE

En Güigüe de mal en peor
Los trabajadores que venden sus productos y mercancías los días vienes en el mercado al aire libre de Güigüe ya no encuentran como manifestar su descontento con quienes dicen organizar el mercado, que solo se presentan a recolectar dinero puesto por puesto, mientras los problemas se acumulan.. resulta que los huecos ya son cráteres en la zona donde funciona el mercado, el problema mayor está en la calle donde está la estación de servicio, no se puede caminar por allí y los compradores no pueden llegar hasta los puestos que están al final de la calle. Los que se autonombraron organizadores del mercado no hacen el menos esfuerzo para lograr que la alcaldía, consejos comunales y otros entes ayuden a buscarle solución al problema.. Por allí también se habla de una gran verbena. ¿Para quién? Tal actividad debe ser para beneficio de los trabajadores, no para engordar el bolsillo de los descarados cobradores de puestos.

Central Tacarigua requiere atención
No hay que prolongar más el problema que tienen los expendedores del mercado al aire libre de Central Tacarigua. La comunidad se queja porque los puestos y tarantines que allí se instalan impiden el tránsito para algunos sectores y en caso de alguna emergencia no encuentran salida. Los expendedores, las autoridades municipales y la dirigencia vecinal deben sentarse a discutir el problema y encontrar una solución que beneficie a todos. Para eso lo que se requiere es voluntad. ¿Cuándo van a hacer eso?

Una burla la asamblea de Las Agüitas
La reunión que se convocó para los trabajadores del mercado de Las Agüitas fue una burla, los encargados del mercado presentarían un documento donde supuestamente se incluía un censo de los expendedores. Todo quedó en veremos. No se hizo nada. La comunidad se queja del mercado, quieren limpieza, orden, respeto, en fín, mejor organización. El sacerdote de la iglesia que está allí pide que cese el ruido que entorpece el desarrollo de la misa y que se controle la venta de cerveza en el lugar. Pero los cobradores de puestos no atienden los reclamos de la comunidad. Si eso sigue así, llegará el día en que los residentes de Las Agüitas exijan la salida del mercado. Así que señores expendedores, pónganse las pilas, está en peligro su sitio de trabajo y sigan reclamando la auditoría ara saber adónde va el dinero que recaudan los cobradores de puestos.

¿Y las elecciones?
Los afiliados al Sindicato de Expendedores de Marcados al Aire Libre (SEMAL) de Carabobo están en el limbo. Un grupo de usurpadores desconoció la directiva legal del sindicato y ha impedido que se realicen elecciones. Han transcurrido dos años en esta situación, ante la Inspectoría del Trabajo y ante cualquier organismo, SEMAL no existe, no hay una directiva legal, actualizada, así que el trabajador no cuenta con una representación sindical que lo defienda. ¿Hasta cuándo eto va a continuar? Trabajador, hay que impulsar un proceso electoral para dotar a SEMAL de una nueva directiva. ¡Vamos a rescatar el sindicato!