En la urbanización popular “Las Palmitas”, se vive un ambiente francamente preocupante. Todos los fines de semana en esa comunidad donde la mayoría son gente trabajadora, hay hechos que lamentar: robos a mano armada, plomazones entre bandas, homicidios, en fin, “Las Palmitas” se ha transformado en el reino de la violencia, ni el mercado popular que se instala los domingos en la zona se salva. Los comerciantes viven aterrorizados y la gente sale a comprar con miedo. En el pasado, “Las Palmitas” fue ejemplo de lucha ciudadana. Hoy, desafortunadamente, la calidad de vida de sus moradores ha descendido abruptamente. Las autoridades, tanto municipales como regionales, están obligadas a atender los reclamos de los habitantes de esa urbanización; ellos son tan venezolanos como los demás. Sus reclamos son absolutamente pertinentes.
L. Gómez