Vistas de página en total

05 noviembre, 2009

FLOR AMARILLA: EL ETERNO DOLOR DE CABEZA

José Aponte Ochoa



Desde hace muchos años Flor Amarilla se ha convertido en un embudo o en un cuello de botella y si, estamos hablando exactamente de las vías, en horas de la mañana debemos rezar que un auto no se accidente porque se genera un gran caos ya que sólo se cuentan con dos canales, los autobuses de las diferentes rutas no se detienen en sus paradas y muchos se estancan obstruyendo el paso vehicular para montar a un pasajero. Si trabajas en la Isabelica e ingresas a las ocho de la mañana, debes estar tomando el bus a las 6:00 am ya que las colas que se generan apenas unos minutos más tarde, no te permitirán llegar a buena hora a tu trabajo, cosa que, en condiciones normales y con buenas vías, no tomaría más de 10 minutos.
Todo esto es solamente en la mañana, porque en la tarde cambia el show. Después de gozar de 4 canales en el pequeño tramo desde Parque Valencia, penosamente llegamos, nuevamente, a entrar en dos canales, donde la promesa de ampliar la vía, sigue en construcción. Desde ese momento se generan las enormes colas. En esto, los buses tienen su maligna cuota de participación, dado que se detienen a cada rato para dejar y subir más pasajeros. También ocurre que los vehículos particulares se estacionan a lado y lado de la avenida principal, haciendo que se reduzca aún más la ya colapsada vía. No conforme con esto, los buhoneros ha hecho que la anarquía reine en el lugar. Es, verdaderamente, un infierno.



Hay que agregar, que la entrada a esta comunidad del municipio Rafael Urdaneta de valencia, se encuentra sumergida en aguas negras, producto de una invasión que tuvo lugar hace más de un año. A los invasores se les prometió la entrega de Petrocasas, cosas que aún no se ha materializado. Los que allí “habitan”, no cuentan con servicios de ningún tipo y las aguas negras son lanzadas a la calle sin discriminación alguna, lo cual ha provocado una situación engorrosa en los alrededores, sobre todo, en las paradas de autobuses, las cuales están ubicadas en el pleno lugar de la pestilencia y, para colmo de males, los habitantes de la urbanización Parque Valencia al igual que los invasores, cierran la única entrada que tiene la comunidad de Flor Amarilla, los primeros porque están hartos de la delincuencia y las situaciones violentas que se presentan en el lugar de los ocupantes, mientras que los invasores hacen lo propio para tratar de llamar la atención de las autoridades y procurar dar solución a sus problemas habitacionales.

La gente de Flor Amarilla, está cansada de todo esto y quieren acciones, pero ya. Desde aquí le preguntamos al señor Gobernador de Carabobo ¿será que su incapacidad llegó a un punto tan grande que le resulta imposible solventar la problemática vial de nuestra comunidad? En cada elección nos toca la puerta un político que no tiene un programa de gobierno donde se incluya resolver los problemas viales y habitacionales factor elemental para mejorar la calidad de vida carabobeña y particularmente los de flor amarilla.