La
administración Trump le dio a Maduro un ultimátum: si no entrega el
poder habrá ataques por tierra y una operación quirúrgica para su captura y la
de sus principales colaboradores. Pero sin protección ni garantías de no
persecución, Maduro no entregará el poder y así no habrá una solución pacífica
del conflicto venezolano.
Nicolás
Maduro confirmó la conversación telefónica con Donald Trump. "Fue una
conversación respetuosa y hasta cordial", dijo Maduro, mientras que para
Trump no fue ni buena ni mala. Al no lograr que Maduro
entregue el poder, Trump lanzó otro jaque con la advertencia sobre el uso del
espacio aéreo venezolano, pero no habrá jaque mate y explicaremos por
qué.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos deben haber informado a Trump sobre los efectos contraproducentes que ha generado en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana la narrativa del Cártel de los Soles que acusa a los generales venezolanos de formar parte de una supuesta red de narcoterroristas que invade con drogas a Estados Unidos. Este relato es recibido por los jefes militares como una peligrosa amenaza y temen que un cambio de régimen desemboque en una persecución y purga en la FANB que llevaría a la cárcel a los generales que han desempeñado cargos en el Alto Mando Militar, razón por la cual la FANB se mantiene unida, respaldando a Maduro para que resista y no se rinda.
La alianza
cívico-militar-policial que sostiene a Maduro también se siente amenazada de
ser perseguida, enjuiciada y encarcelada, y por eso se mantiene muy
cohesionada, no hay deserciones de militares, ni de diputados, ni de
gobernadores ni alcaldes chavistas que huyan del país o se refugien en
embajadas exigiendo a Maduro que renuncie. El Partido Socialista Unido de
Venezuela, el Alto Mando de la FANB, los gobernadores y alcaldes, se mantienen
unidos porque temen que, si cae Maduro, todos ellos también serán perseguidos.
Por eso, lejos de presionar a Maduro para que renuncie, más bien lo presionan
para que resista.
En el
chavismo la moral interna se percibe alta, con un espíritu de resistencia
heroica antiimperialista que los alienta y mantiene unidos. Esta disposición a
resistir se sustenta y apoya en la posición de fuerza que todavía mantiene el
chavismo al controlar la FANB, la milicia armada, los colectivos paramilitares,
23 de 24 gobernaciones y 285 de 335 alcaldías del país, lo cual les permite
controlar el territorio nacional y hacer muy compleja y difícil una eventual
incursión, ocupación o invasión de Estados Unidos.
Los servicios
de inteligencia de Estados Unidos también deben haber informado a Trump de la
unidad interna que prevalece en el chavismo y esto explica por qué se han
demorado tanto los anunciados ataques. Estos conllevan el riesgo de desatar una
espiral de violencia y destrucción en Venezuela, con sabotajes a oleoductos,
tanques y muelles petroleros para impedir que Estados Unidos logre su objetivo
de controlar las reservas de hidrocarburos y los recursos mineros del
país.
Si Trump
ataca militarmente, quedará como un guerrerista que hundió a Venezuela en una
ola de violencia y convirtió a la región en una zona de conflicto. Y si a pesar
de los ataques Maduro sobrevive y se mantiene en el poder, Trump quedará como
el fracasado bravucón al que le perderán el miedo y el respeto, recibirá el
voto castigo de 70% de estadounidenses que se oponen a una guerra contra
Venezuela, y esto llevará a los republicanos a perder las elecciones a mitad de
período. Debido al alto costo político-electoral que le puede generar, Trump no
quiere faltar a su promesa electoral de no meter a Estados Unidos en otra
guerra.
Maduro no se
va a entregar ni dejar capturar para sufrir la humillación y vergüenza de ser
exhibido con un uniforme naranja, tal como hicieron con Manuel Noriega,
preferirá inmolarse y pasar a la historia como un mártir al estilo de Salvador
Allende. Si los ataques militares por tierra anunciados por Trump no logran
dividir la alianza cívico-militar-policial y al finalizar los ataques el
chavismo aún se mantiene en el poder, entonces Maduro se erigirá como el héroe
de la resistencia antiimperialista y Trump quedará como un fracasado en su
empeño por forzar un cambio de régimen.
Ante ese
riesgo, Trump lo que necesita es demostrar que el costoso despliegue militar
frente a las costas venezolanas finalmente sirvió para lograr una solución
política y pacífica del conflicto venezolano sin disparar un solo misil. En vez
de forzar un cambio de régimen por la vía violenta, Trump puede hace valer su
poder e influencia y presentarle al gobierno y oposición un marco general para
que ambos se sienten en la mesa a negociar las condiciones para convocar una
nueva elección presidencial, con base en lo que establece la Constitución
venezolana cuando el presidente renuncia antes de cumplirse el cuarto año del
mandato presidencial y se deben convocar elecciones en los 30 días
siguientes.
Para hacer
creíble la convocatoria de unas elecciones limpias y transparentes, el acuerdo
incluiría la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral, la renovación
de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia que resuelve las
controversias electorales, y la Observación Electoral Internacional calificada.
De esta forma, Trump podría quedar como un pacificador que acumula méritos para
ganar el Premio Nobel de la Paz que tanto desea.
Para sentarse
a fumar la pipa de la paz con Trump, Maduro puede ofrecer otros incentivos. En
materia de lucha contra las drogas, puede acordar la reactivación del acuerdo
con la DEA y certificar que Venezuela es un territorio libre de cultivos
ilícitos y de laboratorios para fabricar drogas ilegales. En materia de
migración, tomando en cuenta que el retorno de 500.000 migrantes venezolanos a
razón de un vuelo diario con 200 migrantes requeriría 2.500 vuelos y demoraría
6 años, Maduro le puede ofrecer a Trump el retorno de 3.000 migrantes por cada
viaje en barco, lo cual reduciría el esfuerzo a poco más de 150 viajes y así
Trump podría mostrar significativos avances en su política migratoria antes de
que termine su mandato.
Sin lugar a
dudas, aunque Trump lance otro jaque, no ordenará los riesgosos ataques para
forzar un incierto jaque mate y preferirá explorar el margen que todavía hay
para una lograr una solución negociada y pacífica del conflicto venezolano.
@victoralvarezr
/ Texto tomado de El Nacional – Caracas.