Crown Point
(Trinidad y Tobago). - La instalación de un nuevo sistema de radar
estadounidense de largo alcance en la isla de Tobago está generando alarma
regional a medida que se intensifican las tensiones militares y diplomáticas
entre Estados Unidos y Venezuela, lo que plantea nuevas preguntas sobre la
seguridad en el Caribe.
El teniente
comandante retirado Norman Dindial, exjefe del Centro Nacional de Vigilancia
Costera por Radar de Trinidad y Tobago, declaró a EFE que el despliegue del
sistema señala un cambio hacia la «defensa activa» en el sur del Caribe,
próximo a la costa venezolana.
«El radar en Crown Point requerirá un sistema de defensa antimisiles. Eso significa que debe ir acompañado de capacidades de ataque tierra-aire y tierra-tierra. Hemos entrado en una fase de defensa activa: llegará más equipo, si no es que ya está aquí», aseguró el exmilitar.
Dindial
explicó que los grupos navales estadounidenses ya operan radares avanzados y
plataformas del Sistema de Alerta y Control Aéreo (AWACS, en inglés), lo que
significa que la unidad de Tobago probablemente amplía el alcance de detección
y selección de blancos.
La
preocupación es creciente entre la población de Trinidad y Tobago, debido a la
falta de transparencia en torno a la instalación del radar, que las autoridades
confirmaron poco después de asegurar que las tropas estadounidenses que
realizaban maniobras en la isla habían abandonado el país.
«¿Trinidad y
Tobago tendrá que comprar el sistema eventualmente? ¿Quién lo opera y quién
controla los datos?», se preguntó el militar retirado, que advirtió que
cualquier escudo defensivo alrededor del radar requeriría «una base cercana»,
lo que abriría la posibilidad a una presencia estadounidense permanente en esta
zona del Atlántico.
Incertidumbre
en el Caribe
El pasado 29
de noviembre, el presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el espacio
aéreo venezolano «cerrado en su totalidad», mientras que aviones militares de
EE.UU. aterrizaron en Tobago días después.
El ex primer
ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, indicó a EFE que el
despliegue aumenta la incertidumbre para Trinidad y Tobago y debería haberse
debatido a nivel regional, entre los miembros de la Comunidad del Caribe
(Caricom).
«Sin duda,
coloca a Trinidad y Tobago en una posición de vulnerabilidad. Genera
incertidumbre», comentó Gonsalves, quien fue primer ministro de San Vicente
durante veinticuatro años hasta perder las elecciones la semana pasada.
Gonsalves
argumentó que el radar podría haber sido instalado en alta mar o monitoreado
desde instalaciones estadounidenses existentes.
«Si yo puedo
deducir que es una forma de presión, ¿no crees que el presidente (venezolano)
Nicolás Maduro también lo entiende?», cuestionó.
Ante los
temores, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar,
informó que solicitó el radar a EE.UU. y que los ciudadanos no deben
preocuparse por ello, ya que aumentará la seguridad del país.
Impacto en el
turismo
Entre los
turistas y ciudadanos de Tobago, son frecuentes las preguntas y conversaciones
sobre el radar, la actividad militar estadounidense en Crown Point y la
escalada general de las tensiones en el Caribe.
El presidente
de la Asociación de Hoteles y Turismo de Tobago, Reginald MacLean, reconoció
que los operadores están entrando en un «período difícil e incierto».
Los
operadores de cruceros también reportan inquietud. La Asociación de Operadores
Turísticos de Trinidad y Tobago indicó que las líneas de cruceros ya han
reducido las reservas y que un barco ha cancelado su escala en Tobago para el 5
de diciembre.
Según el
economista Taharqa Obika, la economía de Tobago está «fuertemente orientada al
turismo» y ya se está debilitando: «Los operadores turísticos se enfrentan a
una depresión debido a la disminución de reservas y llegadas», afirmó a EFE.
Otros
ciudadanos prevén un impacto mixto. Cassarina Moodie, de la Iniciativa de
Resiliencia Climática Sostenible, un grupo que apoya el ecoturismo en Tobago
considera que algunos visitantes estadounidenses podrían sentirse tranquilos
con la nueva capacidad de vigilancia de la isla.
Pese a esta
posibilidad, Moodie teme también las repercusiones: «Si hay una invasión o un
aumento de la acción militar entre Venezuela y EE.UU., nos afectará a todos en
el Caribe». EFE
EFE – Tomado de
SWI swissinfo.ch / Suiza.