Por Mauricio
Torres y Fernando
Ramos, CNN en Español
El pescador
colombiano Alejandro Carranza es una de las decenas de personas que han muerto
en los ataques que fuerzas de Estados Unidos han realizado en aguas
internacionales desde principios de septiembre, dice su familia, que este
martes – 2/12/25 - denunció
a EE.UU. ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
con el argumento de que las acciones militares estadounidenses contra
embarcaciones que supuestamente transportaban drogas violan diversas leyes y
han causado ejecuciones extrajudiciales.
La denuncia,
que se cree es el primer recurso legal formal contra la ofensiva de EE.UU. en
el Caribe y el Pacífico, busca que la familia de Carranza reciba una
compensación y que no haya más ataques, dijo a CNN el martes el abogado Dan
Kovalik, quien representa a la esposa e hijos de Carranza ante la CIDH.
CNN contactó
a la Casa Blanca para pedir comentarios sobre el caso y espera respuesta.
¿Quién era
Alejandro Carranza?
Alejandro
Andrés Carranza Medina nació en Colombia el 27 de agosto de 1983, de acuerdo
con la denuncia presentada ante la CIDH. Tenía 42 años al momento del ataque
contra su embarcación que, según su familia, ocurrió el 15 de septiembre.
Carranza era originario de Santa Marta, en el norte de Colombia, donde vivía con su esposa y cuatro hijos: tres mujeres y un hombre, todos menores de edad.
Kovalic dijo
a CNN que el único oficio de Carranza era la pesca y que estaba buscando marlín
y atún cuando su bote fue atacado.
En
entrevistas con el canal estatal RTVC Noticias emitidas en noviembre y
octubre, Katerine Maciel Hernández Bernal, esposa de Carranza,
y Audenis Manjarres, su prima, también dijeron que Carranza
tenía años siendo pescador y que el padre de este sigue desempeñando esa labor.
CNN contactó
a la familia de Carranza para pedir más información sobre él y lo sucedido, y
está en espera de respuesta.
¿Qué ocurrió
el día del ataque?
El 15 de
septiembre, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo en su plataforma Truth Social que ese día fuerzas
estadounidenses realizaron otro ataque contra una embarcación que se encontraba
en aguas internacionales y, según el mandatario, transportaba drogas.
Trump también
señaló entonces que en esa acción militar murieron tres “narcoterroristas de
Venezuela” y agregó: “Las actividades ilícitas de estos cárteles han provocado
CONSECUENCIAS DEVASTADORAS EN LAS COMUNIDADES ESTADOUNIDENSES DURANTE DÉCADAS,
matando a millones de ciudadanos estadounidenses. NUNCA MÁS”.
En su
denuncia presentada ante la CIDH, sin embargo, la familia de Carranza dice que
el ataque se dirigió contra la embarcación donde se encontraba el pescador,
cerca de la costa caribeña de Colombia.
También
señala que la acción militar estadounidense causó la muerte de Carranza y
representa una ejecución extrajudicial en la que EE.UU. violó leyes y derechos
humanos, entre ellos, el derecho a la vida, a la igualdad ante la ley, al
reconocimiento a la personalidad jurídica y los derechos civiles, y al debido
proceso.
Desde
principios de septiembre, EE.UU. ha realizado al menos 21 ataques en aguas del
Caribe y el Pacífico, en los que ha destruido al
menos 22 embarcaciones y causado la muerte de al menos 83 personas.
Washington afirma que esos botes transportaban drogas, aunque no ha presentado
pruebas y su ofensiva ha generado diversas reacciones de rechazo.
A finales de
octubre, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk,
dijo que estas acciones militares de EE.UU. son
“inaceptables” y deben terminar.
¿Qué dicen la
familia de Carranza, Colombia y EE.UU.?
La familia de
Carranza insiste en que él era pescador y no tenía relación con actividades
ilícitas.
“Es una
injusticia lo que están haciendo”, dijo Katerine Hernández, su esposa, en la
entrevista que dio en noviembre a RTVC Noticias. “Todos somos seres humanos y
todos tenemos derecho a la vida. Solamente Dios es el único que tiene la última
palabra”.
Hernández
agregó que, si existen señalamientos de que su esposo participaba en
actividades ilícitas, deben presentarse pruebas de ello. También señaló que
mantiene a sus hijos con el dinero que gana en trabajos como labores de
limpieza.
Su prima
Audenis Manjarres se expresó en el mismo sentido en la entrevista que en
octubre dio a RTVC Noticias.
“No es justo
que lo hayan bombardeado de esa manera, unas personas inocentes que salen a
buscar el pan de cada día, no es justo lo que estamos viviendo”, dijo, y
comentó que la última vez que supo de Carranza fue el 14 de septiembre, cuando
se despidió antes de salir a pescar.
El presidente
de Colombia, Gustavo Petro, ha seguido el caso, sobre el que ha publicado
varios mensajes en su cuenta de X. En principio, Petro rechazó que Carranza
tuviera alguna relación con actividades de narcotráfico. Después, señaló que
pudo haber aceptado dinero “para llevar mercancías prohibidas. Pero jamás sus
actos merecían pena de muerte; su lancha jamás llegaría a EEUU”.
La Casa
Blanca hasta ahora no se ha pronunciado sobre este caso. Cuando ha sido
cuestionada sobre los ataques de fuerzas estadounidenses en aguas
internacionales, ha dicho que estas acciones militares tienen sustento legal
—un punto que ponen en duda diversos especialistas— y que están justificados
porque buscan impedir que más drogas lleguen a territorio estadounidense.
Tomado de CNN
en español / EE.UU.