La búsqueda
de la eterna juventud sigue siendo un tema
recurrente. Como es innegable, el paso de los años se refleja en nuestro
cuerpo. Aun así, está al alcance de nuestra mano intentar llegar en
las mejores condiciones físicas y mentales con
el paso del tiempo.
Uno de los
elementos clave para tener una saludable y alargada vida hasta llegar a
mayores es tener unos buenos hábitos. Son los que nos
harán vivir más años y en mejores circunstancias.
Pero no
solamente necesitaremos cumplir una serie de rutinas, además también
tenemos que tener en cuenta factores genéticos que, por el
momento, son incontrolables para los seres humanos.
Se podría pensar que la esperanza de vida en todo el planeta es idéntica o parecida. Pero la realidad es que no. Los motivos son muy diversos y van desde el modo de vida a las condiciones económicas. Es evidente que existe un porqué detrás de que haya más personas centenarias en, por ejemplo, Asia que en Europa.
La
prestigiosa Journal of Experimental Gerontology publicó hace
un par de décadas una investigación demográfica que concluía
que Cerdeña (Italia) era una región de características
singulares por la longevidad de sus vecinos. Este hecho le
hizo pensar a Dan Buettner, periodista, escritor y conocido
explorador de National Geographic.
De esta
manera, este periodista americano realizó un mapa con todas las
ubicaciones donde se manifestaba este mismo fenómeno, es decir,
la alta longevidad de sus habitantes. Su objetivo era
encontrar un denominador común.
Cerdeña no
fue la única de su lista. Buettner incluyó Okinawa (Japón), Loma
Linda (California, Estados Unidos), Icaria (Grecia) y península
de Nicoya (Costa Rica) porque eran zonas con una gran concentración
de personas centenarias. Lo denominó las zonas azules del
planeta.
La dieta de
la longevidad
Uno de los
principales factores que Buettner observó en este análisis poblacional es
la dieta, un parámetro que era similar en todas ellas. "Entre
el 90% y 100% de su dieta está basada en alimentos integrales y de
origen vegetal", sentenció el explorador.
"De
hecho, los 5 pilares de la dieta de la longevidad en el mundo son cereales integrales,
vegetales, tubérculos, como el boniato, frutos
secos y legumbres. No en vano, si comes una taza de legumbres
al día, eso probablemente aumentará tu esperanza de vida unos cuatro años”,
argumentó uno de los mayores expertos en longevidad en el
mundo.
Pero no
solamente son cuestiones alimentarias las que condicionan la
longevidad de las personas en el mundo, sino que Buettner también apunta otras
cuestiones que también comparten todo este segmento de la población
centenaria.
“Las personas
con mayor longevidad en el mundo comen carne, pero de media sólo
unas cinco veces al mes, mucho menos pescado y menos huevos de
los que se podría pensar. Tampoco comen productos derivados de la leche
de vaca”, argumenta.
En lo
relativo a la bebida, principalmente agua.
Unos seis vasos al día, aunque también té y café, según explica
Buettner en este estudio.
Para
este experto en longevidad, los pilares de una dieta que pueden
propiciar una mayor esperanza de vida se basan en tener
un estilo de vida activo, el cultivo de las interpersonales y la
forma en la que estos habitantes centenarios le dan sentido a su propia experiencia
vital. Tocará tomar
nota para llegar a los 100 años.
Con información
de El Español / España.