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22 septiembre, 2024

EL CABEZÓN Y EL CALVO


 Por Pedro Mosqueda*

Aparte de las arepas y las navidades parranderas, en Venezuela hay cosas que nos unen, que rebasan las fisuras políticas y sociales de nuestro fracturado país, y nos ponen a soñar, a trabajar y celebrar en como un solo hombre (y como una sola mujer), con un solo corazón: la vinotinto de fútbol, en todas sus categorías y versiones,  nuestro amado sistema de orquestas infantiles y juveniles, y el cine venezolano, por supuesto.

Hoy quiero saludar dos hitos de esos que nos unen, el cine y el sistema de orquestas creado por el Maestro José Antonio Abreu.

La película "Niños de las Brisas", de Marianella Maldonado, ha sido escogida en votación arrolladora por la Academia Venezolana de Cine para representarnos en los premios Goya, de la academia de España.

La película también ha sido seleccionada en votación de otros gremios para representarnos ante los premios Oscar en la entrega del año que viene. Quiere decir que vamos a por el cabezón (el Goya) y a por la estatua calvita (el Oscar), de la academia de Hollywood.

Un amigo cándido me preguntó:

-¿Qué trae en la bola esta película, Pedrito? ¿Tiene chance de ganar, o va a ser como siempre, que a nuestras películas las ponen out entre segunda y tercera, o son un flaycito al pitcher?

Yo, un aficionado al cine consulté  a mis  amigos expertos en la materia, cineastas y técnicos, incluido uno que es miembro de la Academia, me ha dicho que es una de las películas venezolanas más conmovedoras que ha visto en los últimos 10 ó 20 años. De acuerdo.

La película cuenta, como es sabido de muchos, la vida de 3 niños del barrio Las Brisas de Valencia durante 10 años, desde que se inician en el sistema de orquestas a la edad de 11 y 10 años, hasta sus 20 años, momento clímax en el que termina este extraordinario documental.

No doy spoilers, véanla y me entenderán.

¿Hay chance de ganar?

Absolutamente sí, en la categoría Goya de Mejor Película Iberoamericana.

En los Oscar es mucho más complicado, por supuesto, pero de que puede llegar a la lista corta puede, al menos en la categoría Mejor Largometraje Documental, sí que puede. En la lista de Mejor Película Internacional del Oscar, eso es el Everest, allí han ganado Kurosawa, Bergaman, Fellini, siempre con películas de ficción, y en Hollywood son muy celosos con los géneros, de manera que tendría que correr en el género largometraje documental, donde tiene absoluto chance de quedar en la lista corta, debido a su fuerza dramática, y la hermosa y cruda historia que recrea, tanto de los niños como del país.

Niños de Las Brisas nos llama, nos convoca, a unirnos como venezolanos, aquí y en todo el mundo (paradojas de la globalización), en un gesto libertario, unitario, de orgullo e identidad. Esos niños somos nosotros. Ese sistema de orquestas somos nosotros. Ese país somos nosotros, con sus luces y sombras.

Hay que ponerla de moda, hay que ponerla a vibrar, con los grupos de amigos, con las redes, los venezolanos somos muy bulleros en las RRSS, a veces por verdaderas pendejadas, ahora con un gran objetivo como nación. Y esta vez sí que hay motivos verdaderamente cinematográficos (no son sueños de pequeñas aves embarazadas) de que esta extraordinaria película nos ponga a vibrar en el ámbito cinematográfico mundial.

Así que mi llamado es a organizarnos, a meter bulla, a recomendarla, habrá que pedirle a la distribuidora Circuito Gran Cine y al hermano Bernardo Rotundo, que la pongan disponible online para que la vean en el mundo entero.  No hay mejor publicidad de que esa, en los cines la gente no va a ver documentales, eso lo sabemos.

Nosotros, modestamente, ya armamos nuestro grupito de apoyo, con amigos y familiares  repartidos por el mundo, para difundirla, para hacer batidas, y entusiasmar, porque el lobby en estos eventos es muy caro, pero vale la pena.

Estoy seguro que Marianela va a recordar con amor al Maestro Abreu cuando levante la estatuilla del cabezón, y también la calva, ¿Por qué no?

Nos vemos por ahí...

*Político e intelectual aragüeño.