24 de septiembre 2024
Apreciado Henrique
Lenin decía algo que se ha
convertido en un principio de la política: en cada etapa de la lucha hay que
seleccionar bien quién es el adversario principal y contra él procurar unir a
todos aquellos contra ese adversario. La historia consigna la validez de ese
postulado y solamente cito en América Latina el caso del 23 de enero de 1958
con la Junta Patriótica y triunfo de la Concertación de Chile el 5 de octubre
de 1988. Diferencias irreconciliables dieron paso a la unidad.
La coyuntura de Venezuela es altamente
compleja porque tenemos, por una parte a Maduro que perdió las elecciones por
avalancha pero con el control por ahora del poder fáctico y por la otra a una
oposición que milagrosamente se unificó, ganó pero no ha podido hacer efectivo
ese triunfo.
Por tanto la principal asignatura de la oposición es hacer valer el triunfo del 28 de julio y que comience en Venezuela una transición dentro del marco constitucional y esta expresión ya lo dice todo, garantías, respeto a las minorías, entre otros elementos.
El contenido de tu carta de
renuncia a la Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia me impactó tanto
por el momento en que la publicaste como por su contenido. Mi propuesta de
rechazarla en la reunión del 23 de septiembre fue acogida por una amplísima
mayoría, lo que expresa el afecto y respeto que te tiene la dirigencia
nacional y si se extiende ese consulta a las regiones el respeto es mayor.
Yo te conocí con motivo de la
campaña presidencial de octubre de 2012. En ese momento era Director de la Escuela
de Economía de la UCV y consultor económico privado. Dejé todo a un lado y me
incorporé a las actividades con todas mis fuerzas. Atrás dejé mi tranquilidad
personal y mi privacidad. Luego, desde 2013, seguimos con un contacto cercano
porque contigo compartía algo que siempre he practicado, el servicio público,
lo social como factor clave de la política y la urgencia de ayudar a los más
necesitados.
Por muchas diferencias que tengamos
entre nosotros, nada más urgente y prioritario que lograr el cambio en
Venezuela para el cual el pueblo venezolano se expresó con contundencia. Este
oficio de la política trae muchos sinsabores, pero es la mejor manera de
contribuir con un cambio.
Así las cosas, por los más de
doscientos mil militantes registrados en el partido, por los veinticinco
presidentes de estados, por miles de dirigentes de bases, por un liderazgo
regional que está vivo y que ha aguantado la carga de la represión, te pido que
reconsideres la renuncia y que emprendamos una nueva etapa, donde las diferencias
se traten de mejor manera, donde tengamos una política claramente definida de
hacer respetar el triunfo del 28 de julio y donde la dirección del partido haga
un esfuerzo aún mayor para abordar las disidencias de criterios.
Hoy creo hablar en nombre de miles
que han compartido un ideal de justicia, libertad y progreso, por ello crécete
en estas circunstancias y pon todo tu esfuerzo al servicio del cambio. En el
camino se han quedado muchos y en honor a ellos y a Venezuela, debemos seguir.
Tu amigo,
José Guerra