Vistas de página en total

30 junio, 2024

Triunfo de la extrema derecha francesa, aunque puede ser insuficiente para gobernar

El partido de Le Pen logra su mejor resultado de la historia, la izquierda es segunda y los de Macron quedan muy por detrás

EUSEBIO VAL

PARÍS. CORRESPONSAL

La extrema derecha francesa ha obtenido este domingo su mejor resultado de la historia, con un triunfo claro sobre la coalición de izquierdas y dejando muy atrás a la alianza de partidarios de Emmanuel Macron, según las proyecciones de los principales canales de televisión. Sin embargo, esta victoria puede ser insuficiente para gobernar. Francia puede verse abocada a un periodo muy difícil e inestable.

Las elecciones legislativas anticipadas se decidirán en el segundo turno, el 7 de julio, y hay todavía margen para movimientos y sorpresas significativas, dado el sistema electoral mayoritario, según el cual se elige a un diputado, el más votado, en cada una de las 577 circunscripciones.

Según TF1, el Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen, ha obtenido el 34,2% de votos, lo que podría significar entre 230 y 280 escaños. El Nuevo Frente Popular (NFP), con el 29,1% de apoyo, tendría entre 180 y 200 diputados. Los macronistas, que tenían 250 escaños, deberían conformarse con entre 60 y 90, gracias al 21,5% de votos. La derecha tradicional, Los Republicanos (LR) y grupos afines, conseguirían entre 30 y 50 escaños, con el 10% de sufragios.

Marine Le Pen compareció de inmediato ante la prensa para decir que “la democracia ha hablado”. La tres veces candidata aseguró haber sido elegida ya directamente en su circunscripción de Hénin-Beaumont al lograr más del 50% de los votos.  Según la dirigente del RN, los electores han mostrado, “sin ambigüedad” su voluntad de “pasar página a los siete años de poder despreciativo y corrosivo” de Emmanuel Macron. Le Pen alertó que todo depende ahora de la segunda vuelta.

Macron, por su parte, trató de nuevo de justificar su decisión, muy criticada, de disolver la Asamblea Nacional, el pasado 9 de junio, y afirmó que la participación elevada prueba la voluntad del electorado de “clarificar la situación política”. “Su apuesta democrática nos obliga”, prosiguió el presidente en un comunicado emitido desde el Elíseo nada más cerrarse los colegios. “Ante el Reagrupamiento Nacional, el momento es de una amplia unión claramente demócrata y republicana para el segundo turno”, concluyó el jefe de Estado.

Una de las razones de fondo del resultado es la pobre implantación del partido de Macron, Renacimiento, en el territorio. Eso ha devenido un hándicap insalvable. En estos años era la fuerza parlamentaria hegemónica, aunque sin controlar apenas alcaldías de importancia ni regiones, una superestructura centrada en París.  A veces se habla del macronismo, haciendo una metáfora, como un fenómeno hidropónico, esas plantas que viven sin raíces en la tierra. Ese método puede ser útil para ciertos cultivos, pero es a todas luces insuficiente para desarrollar un proyecto político duradero en un país.

La primera vuelta se ha visto precedida de una movilización intensa de los periódicos más hostiles al Reagrupamiento Nacional, que no han dudado en dramatizar el momento en sus editoriales. El director de Le Monde, Jérôme Fenoglio, escribió él mismo el suyo, bajo el título de “Preservar nuestra democracia”. Según Fenoglio, en estas elecciones -sobre todo la segunda vuelta- se corre el riesgo “de deshacer todo lo que se ha construido” en dos siglos y medio, es decir, desde la Ilustración y la Revolución Francesa. Libération, buque insignia del pensamiento de izquierdas, llamó en su último número, en portada, en grandes caracteres, a la “movilización general contra el RN”. “Dejar ganar a la extrema derecha es abrir un bulevar al odio al otro”, tituló su editorial.

Texto tomado de La Vanguardia / España. En la imagen, Jordan Bardella, candidato a Primer Ministro de la ultra derecha francesa.