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24 enero, 2012

EL FEISMO

G.González Blanco /

ggonzalezblanco@yahoo.com


Hace más de medio siglo que soy un caraqueño por adopción por lo que será fácil entender mi relación de amor-odio con esta cada vez más aparatosa ciudad. Esa relación dual explica que aunque soy de esos hijos adoptivos, quizás medio mal agradecido, que no le veo muchas virtudes a la ciudad y que lejos estoy de sentir ese amor desaforado que muestra el poeta Pérez Bonalde en su "Vuelta a la Patria", reconozco que cuando predomina la fase amorosa de la relación, me da por rememorar lugares y buscar matices agradables en esta cada vez mas zafia ciudad. He descubierto que una de las mejores ocasiones para encontrar cosas agradables en esta villa es cuando a la marabunta caraqueña le da por vaciar la ciudad y llevarse sus rudezas a otros parajes. En este período de fin de año donde desde hace mucho tiempo la viveza criolla se las ha ingeniado para que un elevado porcentaje de caraqueños se "tire un puente" desde el día de la muerte del Libertador hasta mas o menos el 15 de Enero del año nuevo, dejando la ciudad sola y silenciosa. Por obra de ese éxodo el tráfico automotor se reduce notablemente y casi desaparece de las calles y autopistas ese infame flagelo en que se han convertido los motorizados. Fue dentro de esa placidez que invadió a Caracas en los últimos días del año pasado cuando me dio por recorrer con cierta libertad y muchas precauciones buena parte del casco urbano caraqueño. Desde Petare a Catia y de la Pastora al Cementerio fueron muchos los sitios que volví a recorrer ilusionado para contemplar los resultados del "cariñito" que le hicieron para el Bicentenario y para recibir a los Chivos que vinieron para la fundación de la CELAC.

No pretendo escribir este artículo como un diario de viaje; pero si puedo decir que los resultados fueron decepcionantes.

Caracas se ha convertido en una ciudad fea que ha perdido por errors y omisiones de sus dirigentes buena parte de su anterior belleza urbana, sus ambientes hermosos de hace años. Las calles sucias, la asombrosa acumulación de basura, los huecos en el pavimento tanto de calles como de autopistas, los indigentes y demás gente de mal vivir, buhoneros y mangantes, mucha gente de aspecto rufianesco junto con el contaminado aire de la ciudad se conjugan para darle a la pobre Caracas esa imagen desvalida que presenta en la actualidad. Y si a esas lacras le sumamos una delincuencia desatada y unos cuerpos policíacos que dan lástima, el cuadro final es deprimente. Pareciera que los centuriones chavistas y de oposición que ningunean a la ciudad lo hacen con saña y maldad. Pase Ud. por un sitio que debería ser paradigma de cosas bellas y delicadas como el Teresa Carreño y sus áreas circundantes para que se vea inmerso en los mejores ejemplos de esa nueva escuela de la fealdad. No se si fue ese bárbaro, urbanicida y poetastro que es Farruco el que permitió que toda esa zona se llenara con pretendidas obras de "arte popular" y de pretendidos artistas populares. Nunca he pretendido ser crítico de arte pero si tengo suficiente formación como para diferenciar un bodrio de algo bien hecho. Para colmo y pesar de esta pobre ciudad, ese maestro del feísmo que es Farruco Sexto ahora lo responsabilizaron de construir viviendas gratis para esa manga de aprovechadores que son los "damnificados" y al tercio en cuestión se le dio carta blanca para que ejerciera su especialidad de hacer las cosas mal hechas. Entre el y otro subnormal como es el alcalde Jorge Rodríguez han desocupado a la cañona cientos de hectáreas urbanas con la irracional finalidad de construir ese despropósito anunciado por Chávez de "otra Caracas dentro de Caracas". El desastre urbano que estos alocados planes han ocasionado a la calidad ciudadana, aun sin haber construido nada son inmensos y eso sin contar las dramáticas situaciones de las familias desalojadas.

Si Sumamos a esta calamidad la devastación creada por ese mega guiso que es el Buscaracas, las remodelaciones de pésimo gusto y de interminable ejecución

que se han hecho en algunos edificios y sitios caraqueños como el correo de Carmelitas y la plaza Diego Ibarra, el eterno zaperoco de los terminales de pasajeros, la innata ordinariez de los buhoneros y servidores públicos, el caos del metro y del transporte de superficie, las horrorosas consecuencias de las invasiones que han hecho grupos de forajidos y malhechores que gozan una bola en este irresponsable clima de impunidad y eso sin que el gentío haya regresado, es fácil explicarse el pesimismo que muestro en este artículo.

Y no es que los alcaldes del Este sean funcionarios ejemplares y sin mácula, pero es que con todo lo malos y bobitos que son estos chamos la dañina, rapaz y dispendiosa labor de Bernal, Barreto, Jorge Rodríguez y sus cooperadores del gobierno central verbigracia Farruco Sexto y la cuerda de incompetentes que han manejado la infraestructura física de la ciudad no tiene comparación. Un orangután lo habría hecho mejor y robado menos.

No se por que creo que esta predilección por lo feo y ordinario viene de muy arriba o por lo menos es tolerada con mucho agrado por el mandamás.

No hay duda, a Chávez le regocijan las vainas choretas y mal hechas. No hay otra explicación para que se haya permitido la invasión y destrucción de terrenos

arbolados en el Pinar y en las estribaciones del Ávila, el mal trato a mansalva del Parque del Este, del Pinar y del parque del Oeste, la demolición innecesaria de media Avenida de las Fuerzas Armadas el guatero en el Rosal y muchos otros desastres urbanos que han afeado la ciudad en grado sumo. Ya estoy convencido: Chávez es el Piache del Feísmo.

Para desgracia esa preferencia por lo chato, lo cursi, lo chabacano no solo se manifiesta en obras con esas características, esta filosofía del feísmo se sigue rigurosamente en todas las facetas de la administración pública. Échele un ojo a la facha de la gente que rodea a Chávez tanto en el consejo de ministros como en sus deprimentes apariciones televisadas.

Mire el empaque de las damas que gobiernan los otros poderes, dígame Ud. si ver a Soto Rojas no le da dolor de bolas, si no lo desanima Aristóbulo o la cara de la recién defenestrada Cónsul en Miami, a Cilia, la Fosforito y tantos otros que han hecho punto de honor la ordinariez y la mala apariencia. Y no es que yo sea un hedonista que lo único que busca en una persona es su apostura física, es que estos ejemplares no tienen ninguna destreza mental. Son torpes, estólidos y muy adulantes. Todo ese funcionariado ha sido castrado por el Piache que los ha condenado a repetir el mismo latoso discurso de panegíricos a una obra de gobierno verdaderamente escuálida y al culto a la personalidad del primer feo.

Mi consejo para ellos: la gente fea y de apariencia desagradable debe ser como la Premier alemana Ángela Merkel , Luis Beltrán Prieto o sin ir muy lejos Alí Primera que teniendo la apostura física muy lejos, son o fueron excelentes en sus respectivos campos de acción. Que entiendan que la ordinaries y la estolidez con poder es la peor plaga que le puede caer a un país. Y por ahora, nosotros nos sacamos la lotería. ¡Que Buena vaina camaradas!