"Mis valores no han
cambiado", ha repetido la vicepresidenta ante una dura batería de
preguntas de la periodista de CNN Dana Bash
Alba Asenjo Domínguez@AlbaAsenjo
La
vicepresidenta Kamala Harris insiste en que es la mejor opción posible para
gobernar EEUU. En que será quien mejor vele por la clase media. En que le
preocupa la guerra de Gaza, el cambio climático y los asfixiantes costes de la
vida. Es lo que ha defendido la candidata demócrata a las elecciones
estadounidenses del próximo 5 de noviembre en su primera entrevista con ese
rol, que ha sido grabada y emitida por la cadena de televisión CNN.
Pero la afroamericana ha sufrido para surfear una serie de duras
preguntas sobre varios cambios de opinión que ha experimentado a lo
largo de los últimos años, y que versan sobre temas tan importantes como la
inmigración ilegal, la gestión de la frontera con México o la gestión de la
crisis climática. A todas ellas ha contestado con una misma respuesta
tipo: "Mis valores no han cambiado".
Para ser del todo justos, hay que reconocer que la candidata tenía por delante una misión difícil. Debía venderse como la candidata perfecta, pese a que no ha osado a someterse a un proceso de primarias en su partido -se da por hecho que de celebrarse ella no hubiese ganado-. Debía desmarcarse del legado del presidente Joe Biden para parecer una opción nueva, fresca, inmaculada, pero no podía romper con él. Debía demostrar que es capaz de enfrentarse a periodistas tras un mes escapando de ellos, después de que los medios de comunicación pusieran a Biden al borde del abismo, y pese a las meteduras de pata que la propia Harris cometió en varios platós cuando intentó presentarse a presidenta en 2016.
La
candidata contaba, pese a todo, con algunas ventajas. Sigue en cabeza
en intención de voto desde hace semanas: según la media de encuestas
elaborada por el agregador FiveThirtyEight, adelanta al aspirante
republicano, el exmandatario Donald Trump, por 3,4 puntos, con un porcentaje de
voto del 47,1%. Por otro lado, afrontaba la entrevista una semana después de la
Convención de su partido, que ha impulsado su popularidad y mostrado el
respaldo total con el que cuenta por parte de su formación, y lo hacía en la
compañía de su aspirante a vicepresidente, el gobernador de Minnesota, Tim
Walz.
¿Qué va
a hacer en su primer día en la Casa Blanca? ¿Por qué no ha tomado esas medidas
antes? ¿Cree que la política económica de Joe Biden ha sido un éxito? ¿Por qué
cuando estaba en el Congreso apoyaba el Green New Deal y después rechazó
prohibir el fracking? En un debate en 2019, levantó la mano cuando
preguntaron quiénes creían que cruzar la frontera no debía ser un crimen, pero
ahora no piensa así. ¿Qué deberían opinar los votantes frente a todos
estos cambios de rumbo, quizá que tiene más experiencia? ¿Cómo pueden
fiarse de que va a seguir adelante con lo que está diciendo y que no va a
cambiar de posición? Esas son algunas de las preguntas que la
periodista Dana Bash ha formulado a la vicepresidenta, quien en muchos
casos no las ha contestado.
"Podemos
crecer e impulsar la energía limpia sin prohibir el fracking"
KAMALA
HARRIS
"No prohibiré el fracking. Lo dejé claro en el debate de 2020. Estamos en 2024, y no he cambiado
de posición, y no la cambiaré. Cumplí mi palabra y cumpliré mi palabra. Mis
valores no han cambiado. Creo que es importante tomarse en serio lo que debemos
hacer para luchar contra el cambio climático (...) pero creo que podemos
hacerlo sin prohibir el fracking", ha contestado Harris.
"¿Hubo alguna política, algún estudio científico que viese y le hiciese
decir ah, claro, ahora lo entiendo?", ha insistido la
periodista. "Lo que he visto es que podemos crecer e impulsar la energía
limpia sin prohibir el fracking". La CNN ha
reproducido después varios clips de Harris diciendo que no había
"ninguna duda" de que ella estaba a favor de
"prohibir" dicho método de extracción de petróleo y gas natural.
"Tenemos
que hacer frente a quienes cruzan nuestra frontera ilegalmente. Las leyes
tienen que cumplirse"
KAMALA
HARRIS
La
entrevistadora ha insistido en que durante el mandato de Biden y Harris
la inmigración ilegal ha alcanzado cifras récord, y le ha
preguntado por qué les ha llevado tres años restringir las solicitudes de
asilo. La vicepresidenta ha sido más clara que nunca. "El número de
inmigrantes se ha reducido desde que yo empecé a trabajar. Joe Biden y yo hemos
trabajado en ese tema, que es muy importante para los estadounidenses y nuestra
seguridad (...). Pero creo que debe haber consecuencias [por
cruzar la frontera ilegalmente]. Tenemos leyes que deben cumplirse", ha
afirmado. Al mismo tiempo, ha acusado a Trump de haber
tumbado la ley que buscaba proteger la frontera "porque no
le ayudaba políticamente".
Walz y
sus exageraciones fruto de "hablar con pasión"
Walz también
ha tenido que enfrentarse a algunos de sus cambios de opinión, pero de menor
calado. La entrevistadora le ha preguntado por qué dijo que llevó armas
en la guerra pese a no haber pisado nunca ninguna zona de guerra, a lo
que el candidato a vicepresidente no ha contestado. "Mi mujer, que es
profesora de inglés, ya me ha dicho que mi gramática no siempre es
correcta". En el mismo sentido, dijo que habían usado la fecundación in
vitro para tener hijos, cuando realmente usaron otro método, a lo que Walz tampoco
ha respondido. En su lugar, el gobernador ha querido transmitir la idea de que
le preocupan las armas en los colegios, que le gustaría que los tratamientos de
fertilidad no fuesen "el infierno" en EEUU y que nunca infravalorará
a los militares -como sí ha hecho Trump-.
"Creo
que la gente sabe quién soy. Que conocen mi historial. Han visto que he
enseñado a miles de estudiantes, que he estado ahí fuera. Y no voy a
disculparme por hablar con pasión, ya sea de armas en colegios o de
proteger los derechos reproductivos. El contraste no podría ser más claro entre
nosotros y a lo que nos estamos enfrentando", ha contestado el gobernador.
La
pareja no ha mostrado una especial conexión, no se han complementado ni han
contestado a preguntas juntos. Ya el hecho de que acudieran ambos a una
entrevista provocó las burlas de los republicanos, con el candidato a
vicepresidente republicano, JD Vance, bromeando con que es como si un
adolescente fuese con su madre o padre a su primera entrevista de trabajo.
"Harris está demasiado nerviosa, demasiado ansiosa por esta entrevista.
Por eso va a llevarse a Tim Walz para que la ayude". Sin embargo, los dos
se han esforzado en contraponer sus posturas a las de Trump.
"Seamos
claros, en esta carrera soy la única persona que ha procesado a
organizaciones criminales internacionales que traficaban con armas,
drogas y seres humanos. Soy la única que ha trabajado como fiscal en la
frontera para hacer cumplir nuestras leyes (...). [Durante su mandato] Donald
Trump dijo que iba a hacer un montón de cosas que nunca pasaron. Y nosotros sí
las hicimos", ha expuesto Harris. "Creo que nuestras políticas pueden
ser mejores. Tenemos a familias en medio de todo esto. Y espero que la gente lo
sienta así", ha dicho Walz.
Durante
la entrevista, el ticket no ha detallado qué
planes tiene en lo que a impuestos se refiere, aunque su
campaña sí había comunicado a los medios de comunicación que Harris apoya las
propuestas de Biden para subir los impuestos a los hogares más ricos y también
su promesa para proteger especialmente a los hogares que ganan menos de 400.000
dólares al año. "Vamos a dejarlo claro. Si ganas 400.000 dólares al año,
no pagarás ni un penique más en impuestos bajo nuestra administración". En
cambio, la vicepresidenta sí ha hablado de bajar el coste de los productos
básicos, de invertir en pequeños negocios estadounidenses, de invertir en las
familias, y de extender los créditos -ahora en vigor- para las familias que
tengan un hijo hasta los 6.000 dólares, así como de reducir la pobreza
infantil.
En un
momento de la entrevista mucho más distendido, Harris ha explicado cómo
recibió la noticia de que Biden finalmente se retiraba de la carrera
presidencial. Ha contado que estaba en casa con sus nietos, haciendo tortitas y
beicon -dando a entender que no esperaba que sucediera lo que sucedió- cuando
sonó el teléfono con la llamada del presidente. La número dos ha asegurado que
en primer lugar no pensó en ella misma, sino que le preguntó si estaba seguro,
y él le dijo que sí. Después, fue él quien dejó muy claro que la apoyaría.
"Creo que la historia va a mostrar cómo fue un presidente transformador en
tantos sentidos. Creo que la historia va a recordarlo como un hombre generoso
que puso a los estadounidenses primero", ha zanjado.
Tomado de El Independiente /
España.