Un estudio
reciente de la Universidad de Michigan, publicado en febrero en The
Gerontologist, ha revelado que las parejas que comparten hábitos de consumo de
alcohol no solo tienden a permanecer juntas por más tiempo, sino que también
viven más tiempo. La investigación muestra que cuando ambos miembros de la
pareja beben de manera moderada, hay beneficios significativos para la salud y
la longevidad.
Investigaciones anteriores ya habían indicado que las parejas con hábitos de bebida similares reportan matrimonios de mejor calidad y más duraderos en comparación con aquellas parejas cuyos hábitos de bebida son dispares. Sin embargo, lo que no estaba claro hasta ahora era si esos hábitos compartidos también traían consigo beneficios para la salud. Este nuevo estudio es el primero en establecer una conexión directa entre los hábitos de bebida compartidos y una vida más larga y saludable.
El
estudio analizó datos del Health and Retirement Study, un estudio
representativo a nivel nacional que entrevistó a personas mayores de 50 años
cada dos años desde 1996 hasta 2016. Los investigadores examinaron casi 10.000
individuos mayores de 50 años en parejas de diferente sexo que estaban casados
o convivían. Al comparar los hábitos de bebida de las parejas con las tasas de
mortalidad a lo largo del tiempo, los autores encontraron beneficios claros en
los comportamientos de bebida concordantes entre las parejas.
Específicamente,
las parejas que informaron que ambos miembros habían bebido en los últimos tres
meses vivieron más tiempo que las parejas donde ninguno bebía o solo uno de los
dos bebía. El consumo de alcohol ligero a moderado, definido en el estudio como
ocho bebidas por semana o menos, resultó ser mejor que tanto el consumo
excesivo como la abstinencia. Los beneficios fueron mayores en parejas donde
ambos miembros bebían una cantidad similar, siendo este efecto particularmente
notable en las mujeres. Las parejas en las que un miembro bebía y el otro no,
tuvieron la peor tasa de supervivencia.
Estos
hallazgos sorprendieron a los investigadores, quienes inicialmente habían
hipotetizado que las parejas con patrones de bebida concordantes tendrían tasas
de mortalidad más altas, especialmente en los hombres. Esta predicción se
basaba en un estudio previo de 2022 del mismo equipo que vinculaba los hábitos
de bebida compartidos en parejas con una mayor presión arterial,
particularmente en los hombres.
Los
autores destacan el enfoque del estudio en adultos mayores, que pueden ser
especialmente susceptibles a los efectos nocivos del alcohol, sobre todo en
relación con la interacción con medicamentos y ciertas enfermedades. No
obstante, las personas mayores también pueden beneficiarse de los efectos
protectores del alcohol, especialmente contra la fragilidad y las enfermedades
cardiovasculares.
Otros
estudios han encontrado que el consumo ligero a moderado de alcohol puede
mejorar la socialización y el bienestar mental y emocional, lo que a su vez
puede beneficiar las relaciones. Los autores señalan que "a medida que las
parejas envejecen, los cónyuges o parejas pueden volverse más interesados en
tener comportamientos de bebida más compatibles que mejoren su relación, lo que
a su vez puede beneficiar su salud a medida que envejecen".
Pese a
los resultados, los investigadores reconocen ciertas limitaciones. Aunque
controlaron variables como la raza, el nivel de educación y las condiciones
crónicas de salud, otros factores podrían haber influido en los resultados, que
no establecen una relación de causalidad. Además, advierten que aunque "el
estado de bebida concordante se asocia con una mejor salud... niveles más altos
de consumo de alcohol aún pueden ser perjudiciales".
El
estudio no diferenció entre tipos de alcohol y se basó en el consumo de alcohol
autoinformado. Tampoco examinó las relaciones entre parejas del mismo sexo ni
qué actividades realizaban las personas mientras bebían, si bebían juntos o por
separado. Los autores sugieren la necesidad de más investigaciones. "Las
futuras investigaciones deberían examinar los vínculos entre los patrones de
bebida de la pareja y los procesos diarios de salud marital y física, así como
los relatos diarios de actividades y si las parejas beben solas o con
otros".
Tomado
de VINETUR.