Cecilia Barría - BBC News Mundo
Ecuador
y El Salvador se dolarizaron hace casi dos décadas, mientras que Panamá lleva
más de un siglo utilizando la moneda estadounidense.
Los tres
países latinoamericanos oficialmente dolarizados, Ecuador, El Salvador y
Panamá, tomaron esa ruta en contextos muy diferentes.
Aunque
muchas veces se ha presentado la dolarización como la fórmula mágica para poner
fin a todos los males de una economía en crisis, lo cierto es que los economistas
reconocen que tiene ventajas y desventajas.
Y que no
es la "gran receta" para salvar a todos los países en crisis.
"Con dolarización puedes tener un crecimiento mediocre o un crecimiento fenomenal, porque la dolarización no es el único factor que lo determina. No es una panacea", le dice a BBC Mundo Gabriela Calderón, economista asociada del Instituto Cato, en Washington D.C.
En
aquellos países donde la moneda local se ha devaluado y la inflación ha subido
a niveles difíciles de controlar, la adopción del dólar suena a estabilidad,
principalmente porque es la divisa de referencia internacional y el refugio de
los inversores cuando llega una crisis.
Pero en
el largo plazo puede tener efectos negativos, como explica en diálogo con BBC
Mundo el economista Pablo Dávalos, director del centro de estudios Foro de
Economía Alternativa y Heterodoxa de Ecuador y profesor de la Universidad
Andina Simón Bolívar.
"La
dolarización ha provocado estabilidad monetaria, pero con un costo
social gigantesco".
Aunque
son tres las economías dolarizadas de manera oficial, países como Venezuela y
Argentina han transitado por un proceso que se conoce como "dolarización
espontánea", donde el billete verde es, en la práctica, mucho más
confiable y apreciado por la población que la moneda local.
¿Cuándo se dolarizaron?
Panamá adoptó el dólar como moneda oficial junto al balboa, su moneda
nacional, en 1904, poco después de constituirse como Estado independiente y
bajo la influencia directa de Estados Unidos que, en aquel entonces, asumió el
control del Canal de Panamá.
Aunque
en la actualidad aún existe el balboa (equivalente a un dólar), no se imprime
en formato de billetes y su utilización es muy restringida.
Panamá
adoptó el dólar en 1904, poco después de su independencia y cuando Estados
Unidos asumió el control del Canal de Panamá.
Casi un
siglo después, en Ecuador la economía atravesaba una crisis
tan profunda que la dolarización fue concebida como la última carta para salvar
a un país que estaba a la deriva, con una hiperinflación que llegó al 96% y una
moneda nacional, el sucre, completamente devaluada.
Así fue
como el 9 de enero de 2000 el presidente Jamil Mahuad dolarizó la economía
ecuatoriana, en medio de un clima de polarización política que provocó la
salida del gobierno.
Al
siguiente año, el presidente de El Salvador, Francisco Flores,
anunció que el país utilizaría dos monedas: el colón y el dólar.
Pero
apenas los colones dejaron de circular, el dólar se transformó en la única
moneda del país.
A
diferencia de Ecuador, que cambió su moneda porque estaba en medio de un shock
económico, la dolarización salvadoreña respondió más bien a un asunto de intereses
económicos, puesto que era una condición imprescindible para aprobar el
Tratado de Libre Comercio con EE.UU., que eliminaba los aranceles aduaneros
para ambas partes.
Ventajas de adoptar el dólar
Una de
las ventajas más citadas por los economistas es que la dolarización le ha
permitido a los tres países, especialmente a Ecuador y El Salvador, evitar el
riesgo de una devaluación profunda y repentina, un fantasma que por
décadas ha perseguido a las economías de la región.
"La
dolarización provocó un efecto de estabilidad de precios y redujo los costos de
las transacciones internacionales", explica Dávalos.
Al
principio la medida generó resistencia. En el caso de Ecuador,
generó una ola de protestas y profundizó aún más la crisis política que había
en el país.
Pero con
el paso de los años se transformó en una decisión muy popular que hasta el día
de hoy cuenta con la aprobación mayoritaria de la población, incluso a pesar de
que la economía está en serios problemas.
Inflación
en Ecuador
Los más
críticos suelen poner a Ecuador como un ejemplo del fracaso de la dolarización,
pero la economista Gabriela Calderón, asegura que la causa de la crisis es un déficit
fiscal cercano a los US$8.000 millones, que nada tiene que ver con el
tipo de moneda que utiliza el país.
"A
pesar de tener una de las contracciones económicas más grandes de la
región, no tenemos inflación, ni corridas bancarias, ni fuga de capitales",
apunta, agregando que el sistema financiero está en una situación relativamente
estable pese a la crisis.
El
riesgo de tener moneda propia es que, en aquellos países donde las
instituciones son débiles y no está clara la separación de poderes, explica,
los gobiernos terminan presionando a los bancos centrales para que
impriman más billetes y eso hunde a la moneda local.
"Si
Ecuador no hubiera dolarizado estaría más mal", asegura Calderón, porque
el dólar ha sido un ancla que evita la inflación y protege los ahorros de las
personas.
Desventajas
Un ancla
que si bien controló la inflación y generó estabilidad de precios, provocó una
serie de efectos negativos, sostiene Pablo Dávalos, tanto en Ecuador como en El
Salvador.
La
dolarización, dice, distorsionó los sistemas de precios internos,
haciendo que los países se volvieran más caros para su propia gente.
UIo de
los efectos más negativos que tuvo la dolarización fue la destrucción de la
industria local y -por lo tanto- la generación de empleo, dice el economista
Pablo Dávalos.
Al
ocurrir este fenómeno, algunos bienes de consumo se volvieron inaccesibles para
la mayor parte de la sociedad y la desigualdad, que era un problema
estructural de ambos países, terminó consolidándose.
Desde
otra perspectiva, uno de los efectos más negativos que tuvo la dolarización
fue la destrucción de la industria local y -por lo tanto- la
generación de empleo.
"Los
países dolarizados se convirtieron en economías importadoras de
productos", explica, básicamente porque se desindustrializaron.
Al
analizar los tres países, el diagnóstico de Dávalos es bastante duro.
Ecuador
vive de la exportación de materias primas, explica, principalmente petróleo,
mientras que El Salvador vive de la exportación de su fuerza de trabajo.
"El
principal producto de exportación de El Salvador son los migrantes",
apunta.
El
Salvador vive principalmente de las remesas que envían los inmigrantes desde el
exterior.
"El
Salvador ha tenido que asumir un enorme costo social. Ha pagado la
dolarización con el dolor de los migrantes", señala el economista.
La
dolarización contribuyó a que el país viva de las remesas que envían los
salvadoreños desde el exterior, un problema que acentúa su dependencia de la
mayor economía del mundo.
"Y
Panamá se convirtióen un paraíso fiscal donde tienen sus cuentas los
mafiosos del mundo", afirma Dávalos.
Otro
aspecto complejo de la dolarización es que los países tienen muy pocas
herramientas para defenderse de los shock externos, porque no pueden
ajustar el tipo de cambio para suavizar el impacto de los ciclos económicos.
Dolarización espontánea
Los
casos más emblemáticos de dolarización informal o espontánea en la región
son Argentina y Venezuela.
La
última devaluación del peso en Argentina en 2002, dejó una profunda herida en
el país que persiste hasta el día de hoy.
A los
argentinos les preocupa el deterioro de su moneda que -en medio de las
sucesivas crisis económicas que ha enfrentado el país- se devalúa cada vez que
las cosas se complican.
En lo
que va del año, el peso argentino se devaluó un 20% en el mercado oficial y
cerca de un 45% en el paralelo.
En lo
que va del año, la moneda local se devaluó un 20% en el mercado oficial y cerca
de un 45% en el paralelo.
Esto se
suma a las bruscas depreciaciones que ya había sufrido en 2018 y 2019,
aumentando el temor de que la inflación se mantenga fuera de control.
Y en
Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro ha tolerado la dolarización de
manera informal. De hecho, cada vez hay más dólares en el país y menos
bolívares.
Según un
informe de la firma de análisis Ecoanalítica, el dólar ya ocupa más de un 53%
del valor total de las transacciones que se realizan en Venezuela.
Tal como
ha evolucionado la economía del país, el bolívar está tan devaluado que podría
terminar con un valor más simbólico que real.
Cada vez
más comercios en Venezuela muestran los precios también en dólares.
Aparte
de ser una reforma económica, la dolarización también tiene un fuerte
componente político, dicen los economistas consultados por BBC Mundo.
Por un
lado limita el margen de maniobra del gobierno de turno al impedirle que
recurra a la impresión de billetes para financiar el gasto fiscal y, por otro
lado, lo hace depender de las decisiones que toma Estados
Unidos en términos de política monetaria.
Si la
dolarización fuese el antídoto contra las crisis, la mayor parte de los países
de la región la habrían adoptado. Pero, como lo muestran los tres países
dolarizados de la región, las causas y los efectos son muy diferentes en cada
caso.
Y, por
lo tanto, la receta que funciona en un país, no necesariamente tiene
que funcionar en otro.
