Por Agapito Garrido
Nada más y nada menos, los comisionados de la Unión Europea estaban pidiendo que el presidente Maduro pospusiera las elecciones parlamentarias hasta el mes de marzo del 2021; y que devolvieran los partidos: Primero justicia, a Julio Borges; Voluntad Popular a Leopoldo López, y Acción Democrática, a Henry Ramos Allup, a condición de reconocer al Consejo Nacional Electoral (CNE) como está integrado actualmente y de iniciar un diálogo que terminaran con la participación de todos los factores de oposición en las elecciones parlamentarias, pero Maduro no se tragó ese anzuelo tan ponzoñoso a sus intereses.
Como informó Tal Cual, los enviados
por Josep Borrell finalmente este lunes abandonaron el país después que
fallaron en llegar a acuerdo con el gobierno del presidente Maduro, y después
de haber hablado con el exministro de comunicaciones y caballito de batalla en
todas las negociaciones del gobierno chavista, Jorge Rodríguez; con Juan
Guaidó, Henrique Capriles y con los integrantes de la Mesita, pero el humo
blanco que vinieron a buscar se les esfumó porque el gobierno se mantuvo en sus
trece de hacer las elecciones parlamentarias a como dé lugar, temiendo que
después que cedieran comenzara el proceso de que les pidieran más y
más, así que el gobierno cerró sus compuertas de negociación, porque en
realidad los representantes de Borrell no vinieron a traerle nada concreto a
cambio de posponer las elecciones de la discordia programadas para el 6 de
diciembre de este año.
Así que Maduro decidió
atravesar el desierto, un desierto muy pesado sin gasolina y un país
despertando del largo letargo que sobrevino con las últimas derrotas de la
oposición, de las cuales la más sonada fue la del 30 de abril de 2019.
Tomado de CCN / Caracas
