Una de las
medidas anunciadas por el ministerio consiste en suministrar a Siria el sistema
antiaéreo S-300, capaz de interceptar misiles a más de 250 kilómetros de
distancia.
El Ministerio
de Defensa ruso ha anunciado las medidas que va a tomar para "reforzar las
posibilidades de combate del sistema de defensa antiaérea sirio" después
del derribo del
avión ruso Il-20 con 15 militares a bordo.
"[El
derribo] nos ha obligado a adoptar medidas de respuesta apropiadas, dirigidas a
aumentar la seguridad de los militares rusos que están cumpliendo las tareas de
lucha contra el terrorismo internacional en Siria", ha declarado el
ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú,
en un comunicado.
Durante las
próximas dos semanas, Rusia entregará a las Fuerzas Armadas de
Siria el sistema de misiles antiaéreos S-300, ha informado Shoigú.
El sistema es capaz de interceptar misiles a una distancia superior a 250
kilómetros e impactar a la vez en varios blancos aéreos.
Estamos
convencidos de que la implementación de tales medidas enfriará las 'cabezas
calientes' y les detendrá de cometer acciones irreflexivas que amenacen a
nuestros militares, señaló Serguéi Shoigú, ministro ruso de Defensa.
El
ministro ha detallado que en 2013 Rusia suspendió a petición de Israel un
suministro del sistema S-300 a Siria que ya estaba preparado para ser enviado,
y los militares sirios realizaron entonces la preparación necesaria para su
manejo. "Ahora, la situación ha cambiado. Y no ha sido por nuestra
culpa", ha afirmado Shoigú.
A su vez, el
portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha subrayado que la decisión sobre
la entrega del S-300 no está dirigida contra otros países, sino que persigue el
objetivo de proteger al personal militar. "Estas acciones no van
dirigidas contra terceros países, sino para la defensa de sus
militares", ha afirmado.
El segundo
paso anunciado por el Ministerio de Defensa ruso consiste en que los puntos de
mando de las unidades militares sirias de la defensa antiaérea serán equipados
con sistemas de control automático, que hasta el momento se
han suministrado solamente a las Fuerzas Armadas de Rusia.
"Esto
garantizará el control centralizado de todas las fuerzas y sistemas de defensa
antiaérea en Siria, el monitoreo de la situación aérea y la designación
operativa de los objetivos", ha afirmado Shoigú. "Lo más importante
es que se garantizará la identificación de todas las naves aéreas rusas por
parte de los sistemas sirios de defensa antiaérea", ha agregado.
Finalmente,
en las zonas cercanas al territorio sirio en el mar Mediterráneo, se realizará
una supresión radioelectrónica de la navegación satelital, de los
radares de a bordo y de los sistemas de comunicaciones de la aviación de
combate que ataques objetivos en Siria.
"Estamos
convencidos de que la implementación de tales medidas enfriará las 'cabezas
calientes' y les detendrá de cometer acciones irreflexivas que amenacen a
nuestros militares", ha afirmado.
El derribo
del Il-20
Shoigú ha
recordado que el avión ruso de reconocimiento Il-20 estaba realizando un
monitoreo de la situación terrestre en la provincia de Idlib cuando fue
derribado el pasado 17 de septiembre. En aquel mismo momento, cuatro aviones
israelíes F-16 estaban atacando objetivos en la provincia de Latakia.
Representantes
de las Fuerzas Aéreas de Israel contactaron con los militares rusos tan solo un
minuto antes de comenzar su operación, ha denunciado el ministro ruso. Al mismo
tiempo, no comunicaron las coordenadas de los cazas israelíes. "Se dijo
que la aviación israelí estaba actuando en el norte de Siria. Aunque, en
realidad, los ataques se lanzaban contra objetivos en el oeste del país",
reza el comunicado.
"Esto no
permitió sacar al Il-20 a una zona segura y este se encontró en la línea de
fuego de los sistemas sirios de defensa antiaérea", ha indicado Shoigú,
denunciando que los aviones israelíes "se encubrieron con el avión ruso,
lo cual llevó a su derribo y a la muerte de quince militares rusos".
"Israel
se da cuenta que ha hecho un mal cálculo"
En opinión
del analista internacional José Antonio Egido, "Israel creó esta situación
deliberada haciendo un análisis incorrecto" de la política de Rusia. Egido
señala que Israel interpretó "la política de diálogo de Rusia que buscaba
hacer disminuir el nivel de la tensión en el conflicto" como una
"muestra de debilidad y que Rusia podía asumir provocaciones de este
tipo".
"Ahora
Israel se da cuenta que ha hecho un mal cálculo y sin duda va a pagar las
consecuencias de una medida que sigue siendo una medida defensiva por parte de
Rusia", añade. El analista subraya que Moscú no se está planteando
"atacar posiciones israelíes como represalia, que es lo que suele hacer
Israel y los occidentales", sino que busca evitar "ataques al margen
del derecho internacional por parte de Israel y de otras potencias" con el
fin de garantizar una desescalada del conflicto.
Fuente: RT