Margarita Rodríguez /
Tomado de BBC Mundo / Ilustración:
Kako Abraham/BBC Mundo.
-Lo más doloroso fue ver morir a un amigo. Era un cachorrito.
Tenía como 14 años. Yo tenía 15. Fue en un enfrentamiento.
-¿Entre bandas (criminales)?
-Sí
-¿Tu amigo pertenecía a la banda?
-No, pero se la pasaba con nosotros. También le gustaba la
velocidad como se dice.
-¿Su muerte fue un accidente porque quedó atrapado en el
enfrentamiento o le dispararon a propósito?
-Le dispararon a propósito porque tú sabes cómo es: 'Dime con
quién andas y te diré quién eres'... Si estás con nosotros, eres uno de
nosotros. Yo estaba ahí. Todos salimos corriendo, pero a él como que no le dio
chance de correr ni nada. Duró dos semanas en un hospital hasta que
falleció".
I
La voz de este joven de 20 años, que me habla por teléfono
desde Caracas, es suave y tímida.
Al principio me dice que no le importa que aparezca su
nombre, pero después, a medida de que avanza la entrevista, se
arrepiente.
Así que lo llamo Carlos.
***
-¿En qué momento entras en el mundo de las bandas?
-Para serte sincero, a los 14 años, fue algo así como que ni
me di cuenta.
Me la pasaba con un grupo de personas que robaban y venían
ganados al barrio. Hasta que un día me dije que quería ser como ellos: tenían
motos, carros, prendas, joyas, mujeres. Yo también quería eso para mí.
Entonces, yo tenía unos primos que eran… Tú sabes, como se
dice, malandros. Yo quería ser así. Por eso agarré las armas, me la pasaba en
fiestas empistolao hasta que entré… hasta que llegué a ser como ellos. Empecé a
robar y a consumir y aquello y lo otro.
-¿Sentías miedo?
-No, nunca tuve miedo porque es como estar virgen, yo lo
comparo con la virginidad.
La primera vez que vas a robar, te da susto, te da nervio,
pero después de que lo haces lo vas a querer seguir haciendo porque ya te
quitaste el miedo. Tú matas y tienes miedo de matar, pero después te quitas ese
miedo, pierdes esa virginidad.
La primera vez que robé, estaba nervioso, pero después cuando
vi los reales (dinero) sin ningún trabajo, robaba y robaba cada vez más. Ya no
tenía miedo de seguir robando.
-¿Cuando entras en la banda qué fue lo que más te llamó la
atención?
-Lo hice por la parte económica, para ayudar a mi familia, a
mi mamá y a mis hermanos. Y claro, por las mujeres, para tener las motos, las
prendas, la mejor ropa, para ser el más buscado.
-¿Y llegaste a ser el más buscado?
-No, no cumplí con eso.
-¿Por qué no?
-Porque me di cuenta de que si brillas mucho, si quieres ser
el más buscado, te bajan de la torre temprano. Eres el más odiado también. Te
llega la envidia, te llegan muchas cosas.
Nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo.
Puede ser que a una chica le gustes por tu forma de vestir pero a otros les
caerás mal. Unos te verán como alguien serio pero otros como un fanfarrón.
***
Carlos se crió en un barrio en el norte de Venezuela, en el
estado Miranda.
Me cuenta que donde vivía había "muchas bandas
delictivas".
Cuando tenía 8 años, se tuvo que ir al interior del país
junto a su mamá y sus tres hermanos porque fueron una de las familias
damnificadas por un temporal de lluvias que afectó el sector donde vivían.
A los 10 años regresó.
"A mi papá lo conocí cuando tenía 14 años. Viví un
tiempo con mi padrastro pero después se fue".
***
-¿Cómo fue la primera vez que viste o que tocaste un arma?
- Fue cuando tenía como 10, 11 años. Tenía un primo que venía
a la casa siempre con su pistola. Yo la agarraba, me daba mucha curiosidad. No
le gustaba, me decía que no la agarrara. Yo lo veía como un superhéroe. Quería
ser como él.
-¿Cuántos años tenía tu primo?
-19, 20 años.
-¿Y pertenecía a una banda?
-Sí
-¿Cómo llegaste a tener tu primera arma?
-A mí nunca me gustó la matadera. No era lo mío. Yo solo
robaba. Por eso nunca tuve un arma propia. Siempre me la prestaban porque yo,
con un arma, bueno… Era un poco peligroso y también muy impulsivo. Sabía lo que
podía ocasionar. Cuando las tenía era porque iba a hacer algo, las pedía, hacía
lo que hacía y listo.
-¿Hacías lo que tenías que hacer y la devolvías?
-Sí. Precisamente cuando me iba a comprar una, porque ya
estaba empezando a tener problemas y necesitaba un arma, caí preso. Me
detuvieron. No me la llegué a comprar.
-¿Por qué te detuvieron?
-Porque me robé una camioneta.
-¿Cuántos años tenías?
-17 años.
***
Esa detención de casi cinco meses en un centro para
infractores menores de edad lo marcó profundamente.
"Fue horrible", me dice sin querer dar
detalles.
Cuando salió, lo esperaba afuera su mamá. A partir de ese día
se prometió apartarse totalmente del "mal camino".
Han pasado poco más de tres años y ahora se dedica, como
miembro de la organización no gubernamental que lo ayudó a encauzar su vida, a
apoyar a niños en situación de vulnerabilidad.
Su experiencia ha resultado ser clave no sólo por la empatía
que consigue establecer con ellos, sino porque conoce muy bien lo que han
vivido muchos niños en algunas de las zonas más violentas del país.
***
-Cuando estuviste en la banda ¿viste que se unían niños
menores que tú?
-Sí, comienzan de mulas. Empiezan a agarrar las balas, los
peines. Cuando uno se está entrando a plomo mal, ellos son los que están con
uno. Uno les dice: 'anda a buscarme la droga pa'llá', hacen los mandaditos, las
cosas. Ellos son los cachorros de los cachorros como se dice.
-¿Cuántos años tenían?
-De muchas edades. De 10, 11, 12, hasta de 9. Lo que he
visto, de lo que estoy seguro, es que había de 10.
-Dijiste que cuando hay un enfrentamiento entre bandas, ellos
van a recoger los peines y las balas. ¿Qué quieres decir?
-Los peines son los cargadores de las pistolas. Cuando uno
está en pleno fuego y se nos caen los peines, uno necesita otros y ellos nos
los dan ya llenos. Ellos los van llenando y llenando.
-¿En el tiempo que estuviste en la banda, los cachorros que
conociste, ascendían en la organización?
-Todos comienzan así, gariteando hasta que
uno ya ve que están pa' plomo, que ya está activo para lanzarse a un robo, a un
enfrentamiento. Si se defiende bien y se hace respetar, quedaba como uno de
nosotros. Asciende, como se dice.
-¿Cómo es defenderse bien?
-Que se defienda bien con un arma, hablando también, robando,
que no le dé nervio, que se defienda, que se prepare porque eso es como una
carrera.
Garitear:
Verbo muy usado en la jerga carcelaria venezolana.
Garitero: la persona que "canta la zona", es decir, que vigila un
área determinada.
Garita: esa palabra tiene cinco acepciones en el diccionario de la Real
Academia Española. La segunda y la tercera son clave en este contexto:
- "Casilla
pequeña, para abrigo y comodidad de centinelas, vigilantes, guardafrenos,
etc.
- Cuarto
pequeño que suelen tener los porteros en el portal para poder ver quién
entra y sale".
Explicación de Carlos:
"El garitero tiene que estar pendiente de cuando las
bandas se van a entrompar, de cuando viene la policía. Ponte tú que viene la
policía o los de la otra banda, entonces grita: '¡Epa, se vienen, se vienen, se
vienen, AUA, AUA, AUA, AUA, AUA'. Hace cualquier gesto y uno se activa".
-¿Por qué las bandas utilizan niños?
-Ellos mismos se prestan para eso.
Uno no le puede decir a un chamo grande: 'Tráeme o llévame
eso' o 'Gariteameahí' o cuando tú estés disparando: 'Ve a meter las
balas'.
Me va a decir '¿Qué te pasa a ti?' Lo que puede hacer es
meterme un disparo. Un cachorrito, me lo hace y te dice que sí.
-¿Qué le dirías a un niño o adolescente al que le
gustaría pertenecer a ese mundo?
Que eso no es vida, eso es solo vida de ratico. En el momento
puedes disfrutar, atraer a mujeres, inspirar miedo, pero cuando te vienen los
golpes, te das cuenta de que eso no es vida. ( Se puede ver el resto del
reportaje en BBC Mundo )