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17 enero, 2018

"Tú matas y tienes miedo de matar, pero después te quitas ese miedo, pierdes esa virginidad": la tragedia de los niños y adolescentes en bandas criminales en Venezuela


Margarita Rodríguez  /  Tomado de BBC Mundo /  Ilustración: Kako Abraham/BBC Mundo.


-Lo más doloroso fue ver morir a un amigo. Era un cachorrito. Tenía como 14 años. Yo tenía 15. Fue en un enfrentamiento.
-¿Entre bandas (criminales)?
-Sí
-¿Tu amigo pertenecía a la banda?
-No, pero se la pasaba con nosotros. También le gustaba la velocidad como se dice.
-¿Su muerte fue un accidente porque quedó atrapado en el enfrentamiento o le dispararon a propósito?
-Le dispararon a propósito porque tú sabes cómo es: 'Dime con quién andas y te diré quién eres'... Si estás con nosotros, eres uno de nosotros. Yo estaba ahí. Todos salimos corriendo, pero a él como que no le dio chance de correr ni nada. Duró dos semanas en un hospital hasta que falleció".
I
La voz de este joven de 20 años, que me habla por teléfono desde Caracas, es suave y tímida.
Al principio me dice que no le importa que aparezca su nombre, pero después, a medida de que avanza la entrevista, se arrepiente.
Así que lo llamo Carlos.
***
-¿En qué momento entras en el mundo de las bandas?
-Para serte sincero, a los 14 años, fue algo así como que ni me di cuenta.
Me la pasaba con un grupo de personas que robaban y venían ganados al barrio. Hasta que un día me dije que quería ser como ellos: tenían motos, carros, prendas, joyas, mujeres. Yo también quería eso para mí.
Entonces, yo tenía unos primos que eran… Tú sabes, como se dice, malandros. Yo quería ser así. Por eso agarré las armas, me la pasaba en fiestas empistolao hasta que entré… hasta que llegué a ser como ellos. Empecé a robar y a consumir y aquello y lo otro.

-¿Sentías miedo?
-No, nunca tuve miedo porque es como estar virgen, yo lo comparo con la virginidad.
La primera vez que vas a robar, te da susto, te da nervio, pero después de que lo haces lo vas a querer seguir haciendo porque ya te quitaste el miedo. Tú matas y tienes miedo de matar, pero después te quitas ese miedo, pierdes esa virginidad.
La primera vez que robé, estaba nervioso, pero después cuando vi los reales (dinero) sin ningún trabajo, robaba y robaba cada vez más. Ya no tenía miedo de seguir robando.
-¿Cuando entras en la banda qué fue lo que más te llamó la atención?
-Lo hice por la parte económica, para ayudar a mi familia, a mi mamá y a mis hermanos. Y claro, por las mujeres, para tener las motos, las prendas, la mejor ropa, para ser el más buscado.
-¿Y llegaste a ser el más buscado?
-No, no cumplí con eso.
-¿Por qué no?
-Porque me di cuenta de que si brillas mucho, si quieres ser el más buscado, te bajan de la torre temprano. Eres el más odiado también. Te llega la envidia, te llegan muchas cosas.
Nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo. Puede ser que a una chica le gustes por tu forma de vestir pero a otros les caerás mal. Unos te verán como alguien serio pero otros como un fanfarrón.
***
Carlos se crió en un barrio en el norte de Venezuela, en el estado Miranda.
Me cuenta que donde vivía había "muchas bandas delictivas".
Cuando tenía 8 años, se tuvo que ir al interior del país junto a su mamá y sus tres hermanos porque fueron una de las familias damnificadas por un temporal de lluvias que afectó el sector donde vivían.
A los 10 años regresó.
"A mi papá lo conocí cuando tenía 14 años. Viví un tiempo con mi padrastro pero después se fue".
***
-¿Cómo fue la primera vez que viste o que tocaste un arma?
- Fue cuando tenía como 10, 11 años. Tenía un primo que venía a la casa siempre con su pistola. Yo la agarraba, me daba mucha curiosidad. No le gustaba, me decía que no la agarrara. Yo lo veía como un superhéroe. Quería ser como él.
-¿Cuántos años tenía tu primo?
-19, 20 años.
-¿Y pertenecía a una banda?
-Sí
-¿Cómo llegaste a tener tu primera arma?
-A mí nunca me gustó la matadera. No era lo mío. Yo solo robaba. Por eso nunca tuve un arma propia. Siempre me la prestaban porque yo, con un arma, bueno… Era un poco peligroso y también muy impulsivo. Sabía lo que podía ocasionar. Cuando las tenía era porque iba a hacer algo, las pedía, hacía lo que hacía y listo.
-¿Hacías lo que tenías que hacer y la devolvías?
-Sí. Precisamente cuando me iba a comprar una, porque ya estaba empezando a tener problemas y necesitaba un arma, caí preso. Me detuvieron. No me la llegué a comprar.
-¿Por qué te detuvieron?
-Porque me robé una camioneta.
-¿Cuántos años tenías?
-17 años.
***
Esa detención de casi cinco meses en un centro para infractores menores de edad lo marcó profundamente.
"Fue horrible", me dice sin querer dar detalles.
Cuando salió, lo esperaba afuera su mamá. A partir de ese día se prometió apartarse totalmente del "mal camino".
Han pasado poco más de tres años y ahora se dedica, como miembro de la organización no gubernamental que lo ayudó a encauzar su vida, a apoyar a niños en situación de vulnerabilidad.
Su experiencia ha resultado ser clave no sólo por la empatía que consigue establecer con ellos, sino porque conoce muy bien lo que han vivido muchos niños en algunas de las zonas más violentas del país.
***
-Cuando estuviste en la banda ¿viste que se unían niños menores que tú?
-Sí, comienzan de mulas. Empiezan a agarrar las balas, los peines. Cuando uno se está entrando a plomo mal, ellos son los que están con uno. Uno les dice: 'anda a buscarme la droga pa'llá', hacen los mandaditos, las cosas. Ellos son los cachorros de los cachorros como se dice.
-¿Cuántos años tenían?
-De muchas edades. De 10, 11, 12, hasta de 9. Lo que he visto, de lo que estoy seguro, es que había de 10.
-Dijiste que cuando hay un enfrentamiento entre bandas, ellos van a recoger los peines y las balas. ¿Qué quieres decir?
-Los peines son los cargadores de las pistolas. Cuando uno está en pleno fuego y se nos caen los peines, uno necesita otros y ellos nos los dan ya llenos. Ellos los van llenando y llenando.
-¿En el tiempo que estuviste en la banda, los cachorros que conociste, ascendían en la organización?
-Todos comienzan así, gariteando hasta que uno ya ve que están pa' plomo, que ya está activo para lanzarse a un robo, a un enfrentamiento. Si se defiende bien y se hace respetar, quedaba como uno de nosotros. Asciende, como se dice.
-¿Cómo es defenderse bien?
-Que se defienda bien con un arma, hablando también, robando, que no le dé nervio, que se defienda, que se prepare porque eso es como una carrera.
Garitear:
Verbo muy usado en la jerga carcelaria venezolana.
Garitero: la persona que "canta la zona", es decir, que vigila un área determinada.
Garita: esa palabra tiene cinco acepciones en el diccionario de la Real Academia Española. La segunda y la tercera son clave en este contexto:
  • "Casilla pequeña, para abrigo y comodidad de centinelas, vigilantes, guardafrenos, etc.
  • Cuarto pequeño que suelen tener los porteros en el portal para poder ver quién entra y sale".
Explicación de Carlos:
"El garitero tiene que estar pendiente de cuando las bandas se van a entrompar, de cuando viene la policía. Ponte tú que viene la policía o los de la otra banda, entonces grita: '¡Epa, se vienen, se vienen, se vienen, AUA, AUA, AUA, AUA, AUA'. Hace cualquier gesto y uno se activa".
Rayita
-¿Por qué las bandas utilizan niños?
-Ellos mismos se prestan para eso.
Uno no le puede decir a un chamo grande: 'Tráeme o llévame eso' o 'Gariteameahí' o cuando tú estés disparando: 'Ve a meter las balas'.
Me va a decir '¿Qué te pasa a ti?' Lo que puede hacer es meterme un disparo. Un cachorrito, me lo hace y te dice que sí.
-¿Qué le dirías a un niño o adolescente al que le gustaría pertenecer a ese mundo?
Que eso no es vida, eso es solo vida de ratico. En el momento puedes disfrutar, atraer a mujeres, inspirar miedo, pero cuando te vienen los golpes, te das cuenta de que eso no es vida. ( Se puede ver el resto del reportaje en BBC Mundo )