POR ALEJANDRO CONEJERO
A
la hora de enfrentar dictaduras, es natural que se manejen conceptos de
desobediencia dentro de la dirigencia política. Pero, muy pocos
entienden como funciona aquello, como se pone en práctica, o qué
significa. A continuación, una reseña teórica y unos cuantos ejemplos,
locales y extranjeros, de como funciona la desobediencia.
Teoría:
La
desobediencia civil tiene origen en un libro publicado por Henry David
Thoreu que lleva como título “Desobediencia Civil”. Allí, Thoreu explica
como se define el poder: “El poder solo es poder si alguien lo
obedece”. En ese sentido, se puede tener todo el dinero, toda la
legitimidad, o todas las armas, pero si nadie obedece a nuestras
órdenes, entonces sencillamente no hay poder.
La
desobediencia consiste en eso, hacerle ver a quien domina los factores
de poder que a pesar de ello, la libertad del individuo es intocable, y
el poder de un pueblo organizado está por encima de cualquier aparato de
dominación. Por lo tanto, si existiese la organización y la convicción
social suficiente, la puesta en marcha de una desobediencia sistemática
arrollaría a cualquier régimen político.
Ejemplos:
Autobús
de la libertad: En los Estados Unidos de América, existía un ley que le
prohibía a los afroamericanos, sentarse en los autobuses del transporte
público. La desobediencia consistía en que la comunidad afroamericana
organizada, tomase las unidades de transporte, y rompiera la
descabellada Ley. Aquello tuvo como consecuencia, después de múltiples
golpizas, la abolición de leyes de discriminación racial en los Estado
Unidos.
Elecciones
UCV: Recientemente fueron convocadas las elecciones estudiantiles de la
Universidad Central de Venezuela. Ante ello, el TSJ emanó una sentencia
que realizaba un mandato de suspensión a dichas elecciones
estudiantiles. Entendamos que aquello poco tiene que ver con la
legalidad, sino más bien con una política de Estado: En Venezuela no hay
elecciones ni de condominio.
Ante
ello, los estudiantes universitarios organizados, desconocieron dicha
sentencia y realizaron sus elecciones contra viento y marea, logrando
así legitimar sus representantes estudiantiles.
Análisis:
Como
hemos visto en los casos anteriores, existe siempre la posibilidad de
desconocer un régimen. La legitimidad se la dan quienes obedecen sus
mandatos. Legitimarse frente a sus instituciones, es legitimar sus
instituciones. Debemos librar una lucha política desde nuestros espacios
de dominación. La Asamblea Nacional debe desafiar al poder central, Las
Universidades, todas en su conjunto, deben triturar las sentencias del
TSJ que han imposibilidad sus elecciones hasta ahora. Si el gobierno
nacional no tiene escrúpulos para utilizar su poder, entonces nosotros
no debemos vacilar en ejercer el nuestro.
Conclusiones:
Sin
duda alguna, a los venezolanos nos toca enfrentar un gobierno dirigido
por un cartel, por una mafia. Es nuestro deber desconocer aquello, y
desobedecer, desde nuestra trinchera, cualquier mandato que realice el
gobierno central. Llegó la hora de huelgas fiscales, de trabajar si no
se puede trabajar, de escribir si no se puede escribir, de marchar si no
se puede marchar. Llegó la hora de que cada venezolano, desde lo más
profundo de su naturaleza, esgrima ese germen de libertad que está
presente en su esencia y demuestre, desde su espacio y contexto directo,
que no existe un aparato de dominación capaz de inhibir su libertad.