(Robert Capa)
(Robert Capa)
En 1936 disputaban el poder quienes defendían la democracia republicana y quienes ansiaban el regreso de la monarquía o la implantación de una dictadura militar. También lo hacían quienes ya habían probado el sabor de la revolución, renegaban del parlamentarismo y aborrecían todo lo que tuviera que ver con las clases privilegiadas. Pero en ese año tormentoso no solo tomaba cuerpo la lucha de clases; lo que se avecinaba, además, era el enfrentamiento entre religiosos y laicos, nacionalistas de distinto cuño, españoles de derecha y de izquierda y, dentro de estos últimos, las desavenencias (que llegarían a ser sangrientas) entre socialistas, comunistas, comunistas disidentes y anarquistas.